¿Cree que combinar dinero y matrimonio es una receta para el desastre? No es el único. El dinero es el tema número uno por el que se pelean las parejas casadas, y es la segunda causa de divorcio, por detrás de la infidelidad. Cuando se habla de dinero en las relaciones de cualquier tipo, es inevitable encontrar cierta frustración y tensión.
Por mucho que ames a tu cónyuge, intentar fusionar vuestras vidas -y “el dinero de él y el de ella”- puede ser un camino lleno de baches (¡pero aún así bonito!). Al fin y al cabo, ambos vienen de experiencias vitales diferentes, y la forma en que percibieron e interiorizaron esas experiencias fue probablemente muy distinta. Por eso, a veces tienen dos puntos de vista muy diferentes sobre el dinero.
Por qué el dinero es realmente importante en una relación
Aunque no es políticamente correcto decirlo, lo cierto es que el dinero es, y siempre será, importante en una relación. Debido al control que ejerce el dinero sobre lo que podemos y no podemos hacer, siempre influirá también en nuestra vida romántica. A continuación, te explicamos por qué esto no es necesariamente malo, por qué una carrera es imprescindible para cualquier persona en una relación y por qué el factor dinero también es ineludible:
Todo el mundo necesita comer
Todos tenemos ciertas necesidades que hay que satisfacer. Necesitamos comida. Necesitamos agua limpia. Necesitamos refugio. Necesitamos ropa. Si no tenemos estas cosas, no vamos a ser felices (o estar vivos). No se puede vivir sólo del amor, y si ambos están arruinados y no pueden trabajar juntos para ganar lo suficiente, no será fácil seguir juntos.
La forma en que tu pareja maneja el dinero es muy reveladora de su carácter
La irresponsabilidad no es sexy, como tampoco lo es el tipo de comportamiento que lleva a una pareja a la indigencia. En otras palabras, el uso que hacen de su dinero te dice mucho sobre cómo será tu futuro con ellos. Si se gastan todo tu dinero y/o se niegan a conseguir un trabajo, puedes apostar que probablemente te sentirás utilizada en ocasiones.
La irresponsabilidad no es sexy, como tampoco lo es el tipo de comportamiento que lleva a una pareja a quedarse sin hogar. En otras palabras, el uso que hacen de su dinero te dice mucho sobre cómo será tu futuro con ellos. Si se gastan todo tu dinero y/o se niegan a conseguir un trabajo, puedes apostar que probablemente te sentirás utilizada en ocasiones.
El dinero también te da el poder de dejar una mala relación
El dinero es realmente poder. Te da opciones, y no sólo en cuanto a dónde puedes salir en una cita. Si no tienes ingresos, es muy difícil dejar una mala relación, sobre todo si viven juntos. Al tener tu propio dinero, te permites la libertad de dejar una relación abusiva o tóxica a tu antojo.
Un trabajo muestra motivación y objetivos
Si hay algo que realmente desanima, es ver a una persona que no tiene objetivos en la vida, ni motivación para superarse, ni interés en hacerse un nombre. Una gran carrera demuestra que quieres ser alguien – y que quieres llegar a lugares.
Claro que el dinero no puede comprar la clase, pero sí la elegancia
En otras palabras, salir con alguien acomodado significa que tendrás muchas más opciones de disfrutar de las cosas buenas de la vida.
¿Por qué hay que hablar de dinero en las relaciones?
Los estudios han demostrado que aproximadamente el 45% de los matrimonios terminarán en divorcio, y el estrés financiero puede jugar un papel importante en el deterioro de una relación. Un gran porcentaje de parejas estadounidenses no hablan de dinero en su relación. En una encuesta realizada a más de 1.500 personas, el 20% de los participantes gestionaba sus finanzas por separado de su pareja. Grandes grupos dentro de la encuesta declararon que:
- No sabían nada sobre los ahorros para la jubilación de su pareja.
- No tenían ni idea de cuál era la puntuación de crédito de su pareja.
- No compartían ninguna cuenta financiera importante con su pareja.
- No estaban seguros de si su pareja tenía alguna deuda.
- No se atreven a compartir su propio salario e información financiera con su pareja.
Si se pregunta si esto es correlación o causalidad, es importante tener en cuenta que del 20% de los participantes en la encuesta que no gestionaban su dinero junto con su pareja, el 20% de ese grupo tenía problemas de relación relacionados con el dinero.
Lo cierto es que el dinero es una parte emocional de la vida. Es difícil mantenerlo separado de las grandes decisiones sobre el trabajo, la familia y el estilo de vida cotidiano. Cuando las finanzas se apartan de las conversaciones importantes en una relación, pueden surgir problemas más adelante.
Así pues, daos gracia mutuamente. Y utiliza estos siete pasos para construir puentes, no para quemarlos:
Mantener una cuenta bancaria conjunta
Algunas parejas piensan que la mejor manera de evitar las discusiones sobre el dinero es mantener cuentas corrientes separadas. El sueldo de él va a una cuenta, el de ella a otra, y cada uno paga las facturas por separado. No hay problema, no hay problema, ¿verdad? Pues no. Esto sienta las bases para que surjan problemas importantes con su dinero y su matrimonio.
Pero chicos, el matrimonio es una sociedad. Ya no es “el dinero de él y de ella”. El oficiante dijo: “Dos se convierten en uno”. Separar el dinero y dividir las cuentas es una mala idea que sólo conduce a más problemas de dinero y de relación en el futuro. No tengáis cuentas separadas. Junten todo su dinero y empiecen a verlo como un todo.
Hablen de sus opciones de estilo de vida
Supongamos que tú te conformas con comprar en la beneficencia cuando necesitas renovar tu vestuario, pero a tu pareja le encanta comprar artículos de marca a precio completo. Si tus ingresos no te permiten comprar artículos caros, eso va a ser un problema.
El matrimonio es una cuestión de compromiso. Si uno de los dos tiene gustos más caros, considera la posibilidad de comprar en un centro comercial para conseguir esas marcas a precios asequibles.
Porque la conclusión es que: Tu estilo de vida tiene que estar en consonancia con tus ingresos reales, no con lo que te gustaría que fuera. Es posible que quieras vivir como un post de Instagram perfectamente curado, pero no te dejes caer en esa madriguera. Especialmente cuando no hay suficientes ceros en tu cuenta bancaria.
Reconoce tu diferencia de personalidad
La mentalidad del dinero de cada uno es diferente, y los opuestos tienden a atraerse. Lo más probable es que a uno de ustedes le encante trabajar con números (el empollón) y el otro prefiera no estar atado a lo que muestran los números (el espíritu libre). Uno de ustedes puede ser el ahorrador y el otro es más propenso a gastar.
Aunque las diferencias de personalidad causan algunos problemas matrimoniales, no es la verdadera raíz de sus problemas de dinero y matrimonio. El origen del problema está en que uno de los dos no escuche la opinión del otro, o en que uno de los dos deje de ocuparse de las finanzas.
Escuchad, expertos en finanzas. No os quedéis con los detalles del dinero para vosotros solos. Y dejan de utilizar sus “conocimientos” para mandar a su cónyuge de espíritu libre.
Si eres el cónyuge más despreocupado, no te limites a asentir con la cabeza y decir: “Eso está muy bien, cariño”. Tienes voto en las reuniones sobre el presupuesto. Da tu opinión, critica y anima.
No dejes que las diferencias salariales se interpongan entre ustedes
En la mayoría de las parejas, es probable que uno de ellos gane más dinero que el otro. Rara vez ganarán ambos exactamente el mismo sueldo. Pero tanto si la cantidad asciende a 50 como a 50.000 dólares más al año, puede surgir el mismo problema.
En lugar de ver el bote completo como “nuestro dinero”, puedes pensar que tienes ventaja sobre tu cónyuge, todo gracias a unos cuantos dígitos más en tu nómina. A veces, el cónyuge que aporta más dinero puede sentirse con derecho a tener más voz. Ni se te ocurra ir por ahí. Eso es sólo pedir más dinero y problemas en la relación.
No es tuyo ni mío, es nuestro. No hay ninguna razón para sostener un ingreso mayor sobre la cabeza del otro. Estáis en el mismo equipo. Empezad a actuar como tal.
En el otro extremo del espectro, el que gana menos o se queda en casa con los niños puede sentir que no debería tener tanta voz. He oído a muchas madres que se quedan en casa decirme que se sienten culpables por intervenir en el presupuesto o incluso por gastar dinero en algo más que en lo estrictamente necesario. Pero recuerda que estás en el mismo equipo. Tienen el mismo derecho a opinar sobre su dinero y su matrimonio. Y no me hagas hablar del valor que aportan los padres que se quedan en casa: ¡ya estás ahorrando dinero a tu familia de muchas maneras!
Mantenga las compras al descubierto
Ser infiel a tu cónyuge no siempre implica una aventura. A veces es cuando se es infiel a un objetivo financiero compartido abriendo una cuenta bancaria aparte o guardando dinero en efectivo. Eso es un engaño. Lo mismo ocurre si tienes una tarjeta de crédito de la que tu cónyuge no sabe nada.
Es crucial ser abierto y honesto sobre cualquier cuenta de cheques o de ahorros o tarjetas de crédito secretas que tengas. Es hora de decir la verdad y aclarar las cosas. A continuación, trabajen para volver a establecer la confianza financiera. Vuelve a comprometerte con tus objetivos financieros compartidos y recuerda por qué lo estás haciendo. Están juntos en esto.
En este ebook detallamos conceptos avanzados de economía para que lleves tu nivel de sofisticación un paso mas adelante a la hora de invertir en distintos instrumentos.
Cuando no se comunica sobre el dinero
La falta de comunicación financiera puede causar estragos en una relación. Observe el siguiente ejemplo de estudio de caso, extraído de un cliente de planificación financiera (los nombres han sido cambiados):
Maxine era una joven profesional de éxito en el sector de la ingeniería y la tecnología. Ganaba bastante más que los demás miembros de su familia, incluido su hermano, recientemente soltero, que era profesor de historia en un colegio público local.
Los dos estaban siempre muy unidos y Maxine quería ayudar a su hermano tras su divorcio. Con su sueldo de profesor, podía vivir cómodamente en un apartamento en una buena zona de la ciudad, pero había un problema: su coche se estropeaba constantemente. Aunque tener un coche nuevo y lujoso nunca fue una prioridad para Maxine, fue la primera en levantar la mano y ofrecerse a avalar el Lexus de su hermano. Sabía por experiencias anteriores que él era excelente con su presupuesto y que siempre haría los pagos a tiempo.
Convertirse en un equipo financiero
Es importante desarrollar una estrategia financiera en equipo con su pareja y evitar secretos sobre su dinero que puedan afectar a sus decisiones financieras o a su estilo de vida, tanto ahora como en el futuro. Estar atento a algunas “banderas rojas” financieras clave y saber cómo corregir un error de comunicación sobre el dinero es un punto de partida perfecto.
No conocen las deudas actuales del otro
Es fundamental entender qué tipos de deudas se tienen y qué saldos quedan en cada una de ellas. Como en el caso del ejemplo anterior, mantener las deudas (incluso los préstamos confirmados) en secreto puede ser una sorpresa desagradable cuando ambos decidan avanzar hacia otro objetivo financiero conjunto.
No tienen cuentas bancarias combinadas ni un presupuesto combinado
Es importante que cada persona en una relación sienta que puede gastar con cierta libertad. Mantener a todo el mundo con la correa apretada puede dar lugar a un gasto excesivo y al estrés. Sin embargo, si ambos miembros de la pareja hacen un presupuesto para sus propias necesidades, mantienen cuentas separadas y no hablan de sus hábitos de gasto y ahorro con su pareja, eso es un problema.
Incluso si no quieren combinar sus cuentas bancarias, es importante sentarse y revisar su presupuesto juntos. Eso no significa que ambos no puedan derrochar de vez en cuando, sino que deben ser honestos con respecto a los gastos y asegurarse de que cada miembro de la relación está ayudando a alcanzar objetivos conjuntos, como el pago de las facturas, el pago de las deudas o la creación de ahorros.
No se discuten los objetivos financieros como equipo
Establecen objetivos juntos como pareja. Desde pequeños objetivos, como hacer un viaje juntos, hasta grandes objetivos, como jubilarse pronto o formar una familia, funcionan como una unidad. Sus finanzas deberían funcionar de la misma manera. Su dinero es una parte fundamental de su relación, le guste o no. Establecer juntos objetivos financieros a gran escala, así como objetivos presupuestarios cotidianos más pequeños, puede ayudarles a mantener el rumbo y a trabajar juntos hacia un futuro satisfactorio.
Aunque comunicarse sobre el dinero puede ser incómodo, es necesario para que su relación tenga un futuro financiero exitoso. Si están nerviosos por ello, intenten dar pequeños pasos hacia su objetivo. Aborde primero estos tres errores de comunicación sobre el dinero y suba de nivel a partir de ahí.