La decisión de contar a un amigo, un familiar, una pareja sentimental o incluso un empleador una agresión sexual depende totalmente de ti. No hay una decisión correcta o incorrecta sobre la divulgación, y tampoco hay una respuesta única para todos.

Depende de ti decidir qué es lo mejor para ti. Este artículo contiene algunas cosas que pueden ayudarte a tomar la decisión sobre lo que puedes revelar y a quién quieres revelarlo.

¿A quién se lo puedes contar?

Antes de revelar una agresión sexual a alguien, es importante considerar si puedes confiar en esa persona. Estas son algunas de las formas en las que puedes contarlo:

  • Es fácil hablar con ellos.
  • Te sientes segura con ellos.
  • Te tratan con respeto.
  • Cumplen lo que dicen que van a hacer.
  • Te han ayudado en el pasado.
  • Demuestran que se preocupan por ti.

Piensa también en si es probable que esta persona responda de forma solidaria. ¿Es probable que te crea? ¿Puede ser alguien que te proporcione apoyo emocional?

¿Conoce al agresor? Esto puede influir en su respuesta a la revelación.

¿Qué debes decir?

Depende de ti la cantidad de detalles que des sobre tu historia. Y el hecho de que alguien haga preguntas no significa que estés obligado a responderlas.

Puedes decir: “No me siento cómodo contando todos los detalles ahora mismo. Pero quiero que sepas que esto me pasó…”.

O puedes optar por darles los detalles de lo sucedido. Depende de ti decidir cuánto te sientes cómodo compartiendo en este momento.

Cómo decirlo

No es necesario que compartas tu historia en persona. Quizá prefieras hacerlo por teléfono, por carta o por correo electrónico. Puedes hacerlo como te sientas más cómodo.

Si te preocupa que la persona vaya a hacer muchas preguntas, puede ser mejor una carta. El teléfono puede seguir siendo una buena opción si quieres hablar, pero no quieres ver la reacción en la cara de la otra persona.

Si decides compartirlo en persona, considera dónde y cuándo lo hablarás. Lo más probable es que quieras que la persona te preste toda su atención y que quieras un espacio privado donde sea menos probable que te interrumpan.

Puedes decidir si te sientes más cómodo compartiendo en tu casa, en una cafetería, mientras paseas por el parque o incluso en un viaje en coche.

Como decirlo agresion sexual

Establezca las reglas básicas

Antes de revelar que fuiste agredida sexualmente, es posible que quieras establecer algunas reglas básicas sobre la conversación. La Red Nacional contra la Violación, el Abuso y el Incesto sugiere decir algo como: “Me gustaría contarte algo de lo que me resulta difícil hablar y significaría mucho para mí si te limitas a escuchar y no haces ninguna pregunta”.

También puedes establecer normas de confidencialidad, como pedir a la persona que no se lo cuente a nadie más. O puedes pedirle a la otra persona que no te presione para que acudas a la policía si no has decidido si vas a denunciarlo.

Piensa en qué tipo de respuesta agradecerías y pide a la persona que te la dé. Es posible que agradezcan tus indicaciones sobre cómo responder a tu historia, ya que pueden experimentar una variedad de emociones al escucharla y estar atascados sobre qué decir a continuación o cómo ayudar.

Hablar con una pareja romántica

No es necesario que le digas a tu pareja que has sido agredida sexualmente. Pero tal vez quieras que sepan por qué a veces tienes recuerdos o pesadillas. También puedes decidir contárselo si quieres que entiendan mejor por qué no te sientes cómoda con ciertas cosas.

No tienes que compartir los detalles de lo sucedido si no quieres hacerlo. En su lugar, se sugiere que digas algo como: “No estoy preparada para hablar de ello con mucho detalle, pero quiero que sepas que no me gusta hacer ____ y que prefiero ____ debido a algo realmente difícil que me ocurrió en el pasado”.

Cómo hacer frente a las respuestas insolidarias

Sería maravilloso que todo el mundo te apoyara cuando revelas que has sufrido una agresión sexual. Desgraciadamente, no todo el mundo va a responder de forma útil.

Pueden hacer preguntas o comentarios que no son útiles, como, por ejemplo:

  • ¿Qué llevabas puesto?
  • ¿Qué hiciste para intentar evitarlo?
  • ¿Por qué no me lo dijiste antes?

No creo que haya ocurrido realmente.

Si la persona a la que se lo revelas responde de forma tan crítica o poco útil, recuerda que no es tu culpa. Y no estás solo.

Además, el hecho de que alguien no te apoye no significa que todos los demás en tu vida vayan a responder de la misma manera.

Cómo obtener ayuda para revelar tu historia

Tanto si no estás seguro de cómo revelar tu historia a tu familia, como si quieres apoyo después de que alguien no te creyera, hay ayuda profesional disponible. Aquí tienes algunas opciones:

  • Habla con un terapeuta. Ponte en contacto con un terapeuta local para concertar una cita, o consigue ayuda a través de la terapia en línea.
  • Llame a la Línea Nacional de Asalto Sexual y hable con alguien que esté capacitado para ayudar a las personas a lidiar con la agresión sexual
  • Chatea con una persona capacitada que pueda ayudarte.

Decidir a quién contar tu historia no es una decisión fácil. E incluso si tienes cuidado con quién lo revelas, es probable que descubras que no todo el mundo es capaz de apoyarte.

Buscar ayuda profesional puede ayudarte a gestionar tus emociones y a tomar las mejores decisiones posibles para ti después de una agresión sexual.

Ten en cuenta también que no hay un plazo para contar tu historia. Tú decides cuándo estás preparada, a quién se lo cuentas y cuánto quieres compartir.

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Cómo apoyar a una víctima de agresión sexual

Cuando alguien que conoces ha sido agredido sexualmente, puede ser difícil saber qué decir o hacer. A menudo, lo mejor que puedes hacer es ponerte a su disposición. También es importante escuchar activamente lo que tienen que decir si quieren hablar.

Esfuérzate por ser comprensivo y no juzgar y asegúrate de que les crees. También es importante que le recuerdes a tu ser querido que lo ocurrido no fue culpa suya y que no hizo nada para merecer lo que le ocurrió. A menudo, los supervivientes de una agresión sexual se culpan a sí mismos de lo ocurrido.

También debes hacerles saber que lamentas que les haya sucedido. Al hacerlo, demuestras que empatizas con su situación y que eres capaz de reconocer el impacto que la agresión ha tenido en sus vidas.

Por último, recuérdales que no están solos y que, si necesitan tu apoyo, estarás ahí para ellos. A continuación, se indican otras formas de apoyar a una víctima de una agresión sexual.

Mantenga la calma

Es normal sentirse indignado o incluso conmocionado por lo que su amigo o familiar ha experimentado, pero expresar estas emociones puede hacer que su ser querido experimente más dolor o incluso confusión. Escuche lo que su ser querido tiene que decir sin tener grandes arrebatos emocionales.

Además, absténgase de hacer amenazas contra el agresor. Aunque pueda parecer que le está apoyando, este tipo de comentarios sólo pueden añadir más estrés a la situación.

Pida permiso

La mayoría de la gente quiere acercarse y abrazar a la persona agredida. Pero es importante recordar que esa persona puede no querer que la toquen. Por ello, asegúrate de pedir permiso antes de abrazar a tu amigo o familiar.

También debes abstenerte de poner tu mano en su brazo o coger sus manos hasta que pidas permiso. El simple hecho de preguntar “¿puedo darte un abrazo?” contribuye en gran medida a restablecer la sensación de seguridad y control de tu ser querido.

Luego, si tu amigo se niega, respeta esa decisión. Nunca intentes forzar a tu ser querido a abrazarte. Esto viola su sentido de autonomía y le quita el control.

Empodere a su ser querido

Recuerde que cuando su amigo o familiar fue agredido, le quitaron el control de la situación. Por esta razón, debes capacitarle para que tome decisiones sobre los pasos a seguir. Evita dar demasiados consejos o intentar arreglar la situación. En su lugar, si quieren hacerse un examen médico o denunciar el incidente a las autoridades competentes, ofrécete a acompañarles.

No les presione para que tomen medidas para las que no están preparados. Por mucho que usted quiera que se haga justicia, su ser querido tiene que decidir qué pasos dar y cuándo.

Mantenga la confidencialidad

Recuerde que esta agresión sexual no es su historia. Por lo tanto, no comparta los detalles de la experiencia de su ser querido sin permiso. Deje que la víctima decida a quién contarle la agresión.

La mayoría de las víctimas de agresiones sexuales luchan contra una gran cantidad de vergüenza y pudor. Compartir los detalles de la experiencia de la víctima con otras personas no hará más que profundizar esas heridas. Permita a su ser querido la oportunidad de decidir quién sabe lo que pasó.

Pregunte cómo puede ayudar

Es de naturaleza humana querer hacerse cargo de la situación cuando un ser querido está sufriendo. Pero esto puede quitarle el poder a la víctima. En su lugar, pregunte qué le gustaría a su amigo o familiar que usted hiciera. A veces la respuesta será tan simple como estar ahí.

Por ejemplo, los seres queridos a veces tienen miedo de estar solos. Por eso, puede que quieran que te quedes con ellos unas cuantas noches. O puede que quieran que alguien les acompañe a urgencias porque la idea de someterse a un examen físico les asusta.

En lugar de asumir que sabes lo que tu amigo o familiar necesita, pregúntale. Y, si es algo en lo que puedes ayudar, hazlo.

Establecer límites

Si bien es importante ser solidario y saber escuchar, no puede hacerlo a expensas de su propia salud o responsabilidades. Por ejemplo, no se salte las clases ni falte al trabajo cada vez que su ser querido le llame. En su lugar, fije una hora para hablar que funcione para ambos.

Recuerda que puedes ser una persona de apoyo y un amigo, pero no eres el consejero de tu ser querido. Por ello, debe asegurarse de que sigue cuidando de sí mismo y cumpliendo con sus obligaciones laborales, escolares y familiares.

No permita que la crisis de su ser querido consuma su propia vida, ya que no es una opción saludable para ninguno de los dos.

Lo mejor es encontrar un equilibrio entre ser alguien con quien su ser querido puede contar y ser alguien que practica un buen autocuidado.

Infórmese

La mejor manera de apoyar a una víctima de agresión sexual es informarse sobre el tema. Investiga los recursos de tu comunidad y proporciona a tu ser querido la información. Además, aprenda lo que pueda sobre cómo pueden sentirse las víctimas de agresiones sexuales.

Esta información le ayudará a comprender mejor la experiencia de su ser querido y cómo puede ser su recuperación. También le ayudará a disipar cualquier idea errónea que pueda tener sobre la agresión sexual.

Fomente el asesoramiento

Pasar de víctima a superviviente requiere mucho trabajo y a menudo se aborda mejor a través del asesoramiento. Anime a su ser querido a considerar el asesoramiento, pero no insista en ello. El asesoramiento no será efectivo a menos que su amigo o familiar esté abierto a ello y quiera trabajar en la curación.

Además, no quiere quitarle el control a su ser querido. En su lugar, sugiera suavemente el asesoramiento y ofrezca varias opciones de grupos de apoyo. También puedes sugerir una terapia individual y luego alejarte para que tu ser querido pueda tomar una decisión sobre cómo curarse de la agresión.

Esté atento a las señales de alarma

Las personas que han sido agredidas sexualmente experimentan una serie de emociones. De hecho, no hay dos personas que piensen o sientan lo mismo que otra. En consecuencia, es importante que sepa reconocer cualquier indicador rojo en su ser querido. Estos indicadores pueden ser una señal de que su amigo o familiar está en crisis.

Por ejemplo, si parece que llora todo el tiempo, habla de querer morir o ha perdido el interés por sus actividades favoritas, puede que tenga tendencias suicidas o esté deprimido. Otras cosas a las que debe prestar atención son los cambios en los hábitos de alimentación y sueño, las pesadillas y los recuerdos.

Si su ser querido está experimentando alguna de estas cosas, busque ayuda de inmediato. Anímele a hablar con un consejero o a buscar atención médica. En caso de emergencia, no tenga miedo de llamar a emergencia.

Siga extendiendo las invitaciones

No se sorprenda si su ser querido rechaza sus invitaciones para ver una película, tomar un café o ir a cenar. No es raro que las víctimas de agresiones sexuales se aíslen. Pero no se dé por vencido.

Siga invitándoles a hacer cosas con usted. Aunque se nieguen, la mayoría de las personas aprecian la invitación. Les ayuda a sentirse valorados y queridos, especialmente en un momento en el que se sienten tan solos.

Tenga paciencia con su ser querido. Con el tiempo, aceptará sus invitaciones. No se dé por vencido ni deje de pedirlo. Necesita saber que usted está ahí, aunque rechace la oferta.

Honra su recuperación

La curación de una agresión sexual es un proceso largo que nunca termina realmente. Además, el camino hacia la recuperación es diferente para cada persona. Pero, en su mayor parte, los supervivientes aprenderán a reconocer lo que les ha ocurrido mientras resuelven sus sentimientos y emociones.

También tendrán que abordar cualquier comportamiento o hábito negativo que hayan desarrollado para hacer frente a su situación. Por último, muchos supervivientes de agresiones sexuales también se centran en recuperar su poder personal y abordar cualquier problema de intimidad. Mientras su ser querido atraviesa este proceso, es importante que usted sea paciente y lo apoye.

Apoyar a un amigo o familiar que ha sido agredido sexualmente no es una situación puntual. El proceso de curación es continuo y debes ser lo más solidario posible. Ponte en contacto periódicamente con tu amigo o familiar. Aunque la agresión haya ocurrido hace tiempo, eso no significa que el dolor haya desaparecido.

Recuérdale que aún te preocupas por su bienestar y pregúntale si necesita algo. Esté dispuesto a escuchar si necesitan desahogarse e indíqueles los recursos adecuados cuando lo necesiten. Recuerda que puedes apoyar a tus seres queridos en el proceso de curación, pero no puedes curarlos.

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