La preocupación excesiva parece seguir aumentando, incluso afectando a los adolescentes más que nunca, y puede tener consecuencias devastadoras. La preocupación y el estrés pueden contribuir a los problemas de sueño, que pueden tener graves ramificaciones, problemas físicos y, por supuesto, problemas de salud mental, incluidos los trastornos de ansiedad en toda regla.

Vamos a centrarnos en un truco mental clave que te ayudará a mantener tus preocupaciones bajo control y a reducir el estrés.

¿Qué es el mindfulness?

El concepto de mindfulness es bastante sencillo. Ser consciente es vivir el momento.

Cuando estás atento, tu atención se centra en lo que ocurre en el momento presente y estás en pleno contacto con la realidad.

Eres consciente de lo que ocurre en tu cuerpo, tu mente, tus emociones y el mundo que te rodea. Esto es diferente a pensar en estas cosas. Para desarrollar una mayor comprensión, no tienes que pensar tanto en ellas, sino simplemente observarlas.

Esto puede ser contrario a la intuición de muchas personas, especialmente de los intelectuales, porque están acostumbrados a utilizar la lógica para desarrollar una mayor comprensión. Con la atención plena, calmamos nuestra mente y nuestras emociones para poder ver con más claridad. Entonces, gran parte de nuestra comprensión vendrá de la simple observación. Cuando desarrollamos la atención plena, literalmente ampliamos nuestra conciencia.

Para desarrollar la atención plena, necesitamos entrenarnos para observar las cosas de forma más objetiva, es decir, sin que nuestras emociones o ideas preconcebidas influyan en nuestros puntos de vista.

Si estás preparado para vivir una vida mejor, sigue leyendo para conocer algunas prácticas sencillas de mindfulness que puedes incorporar a tu rutina diaria para ayudarte a vivir el momento.

No es necesario que las realices todas, sino que elijas las que te atraigan y se adapten a tu estilo de vida.

La importancia de estar presente en el momento

Un truco mental clave para mantener las preocupaciones a raya es un concepto sencillo en teoría, pero puede ser más difícil de poner en práctica cuando los gremlins de la preocupación empiezan a asomar sus feas cabezas.

Prueba este truco mental: estar presente en cada momento.

Es difícil preocuparse cuando te centras sólo en el momento presente. La preocupación suele ser siempre sobre el futuro, y ocasionalmente sobre el pasado. Es casi imposible estar ansioso o preocupado cuando tu mente está en el aquí y ahora.

Mejor salud

Al reducir el estrés y la ansiedad, se evitan muchas de las consecuencias para la salud asociadas, como la presión arterial alta, las enfermedades cardíacas y la obesidad. Los estudios han demostrado que estar presente en el momento también puede mejorar el bienestar psicológico.

Mejora tus relaciones

¿Has estado alguna vez con alguien que está físicamente presente, pero que mentalmente está a un millón de kilómetros?

Estar con personas no disponibles es una lucha, y construir relaciones con ellas es extremadamente difícil. ¿Y qué hay de estar con alguien que está totalmente presente? Nos gusta estar con ella/él porque podemos establecer una conexión mucho más profunda.

Al vivir en el momento, puedes ser esa persona con la que otras personas disfrutan estando, y haces que las relaciones sean mucho más fáciles.

Mayor autocontrol

Tienes un mayor control sobre tu mente, cuerpo y emociones cuando vives el momento. Imagina cuánto mejor sería tu vida si no estuviera a merced de una mente acelerada y de emociones impredecibles. Seguramente estarías más en paz y serías mucho más feliz.

Mayor autocontrol deja de preocuparte estando presente con la atencion plena

¿Por qué nos preocupamos?

Antes de responder a esta pregunta, es importante distinguir entre preocupación e inquietud.

Cuando estamos preocupados por algo, es más probable que nos enfrentemos a un problema real con soluciones realistas. Entonces, una vez que hacemos todo lo posible para abordar el problema, estamos dispuestos a vivir con el resultado.

La preocupación, por el contrario, implica un pensamiento poco realista. Podemos preocuparnos por un problema que realmente no existe, o pensar en todo lo malo que puede ocurrir como resultado. Entonces, nos sentimos incapaces de afrontar el resultado. En cualquier caso, tenemos dificultades para afrontar la incertidumbre, que es una parte normal de la vida.

Ciertamente, algunos de nuestros problemas pueden no tener resultados deseables, como un problema de salud grave. Algunos problemas pueden estar fuera de nuestro control, como los disturbios civiles o la recesión económica. En estos casos, puede ser difícil evitar la preocupación, pero no imposible.

El Taller tiene los siguientes objetivos específicos:

Conductas a reducir:

1. Caos interpersonal.

2. Inestabilidad emocional y del estado de ánimo.

3. Impulsividad.

4. Confusión en la identidad, desregulación cognitiva.

Conductas a aumentar:

1. Habilidades básicas de conciencia plena.

2. Habilidades para la efectividad interpersonal.

3. Habilidades de regulación de las emociones.

4. Habilidades de aceptación radical.

¿Por qué debería dejar de planificar y preocuparse demasiado?

A menudo se habla demasiado de construir para el futuro, pero ¿qué hay de construir para el ahora? Todos deseamos una felicidad genuina, y para manifestar esta alegría tenemos que vivir el presente. Centrarse demasiado en el futuro a menudo conduce al estrés y al pensamiento negativo.

He aquí las razones por las que deberías centrarte en vivir el momento, en lugar de planificar demasiado el futuro:

El momento presente es el único sobre el que tienes control ahora mismo

Por mucho que planifiques, nunca sabes con seguridad cómo va a transcurrir la vida. El único momento que sabrás es cuando estés en ese momento.

El momento que vives ahora mismo es el único que puedes controlar. Puedes elegir disfrutar el momento o puedes elegir aborrecer el momento. También puedes elegir ignorar el momento por completo y desperdiciarlo, pero de cualquier manera, el momento presente es tuyo para controlarlo.

La planificación no te sacará del presente. Puede que te ayude a conseguir tus objetivos, pero no va a mejorar tu calidad de vida en el momento presente. La planificación no va a garantizarte un resultado deseado para el futuro, así que ¿por qué no aceptar lo que puedes controlar ahora?

Cada momento es un regalo

No hay ninguna garantía sobre el número de momentos que vas a vivir. Es muy importante darse cuenta de esto. Nadie sabe cuándo le van a quitar el siguiente momento de su vida. Tu próximo momento no está garantizado, así que ¿por qué no aprovechar el que tienes?

No puedes vivir con esta perspectiva única si estás constantemente planeando la siguiente etapa de tu vida. Sólo puedes experimentar este entusiasmo por la vida si vives el momento presente. Puede sonar incluso cursi y poco realista, pero tiene mucho sentido.

No des por sentado los momentos. Planifica cuando sea necesario, pero no a costa de que disfrutes del momento presente. Como dice el viejo tópico la vida es corta, así que disfrútala mientras puedas.

Estar presente es un gran reductor del estrés

Pensar demasiado en el futuro, y en el pasado, suelen ser causas de estrés. Aunque un poco de estrés puede ser beneficioso, el estrés causado por no vivir el momento puede ser perjudicial para la salud mental, física y emocional.

El exceso de planificación puede provocar un estrés innecesario cuando la planificación impide vivir el momento. Vigorice su vida con estrategias de vida en el presente que le permitan estar más centrado en cada momento.

Probablemente no pueda permitirse el lujo de meditar cinco horas al día y no establecer ningún tipo de plan para su futuro, pero la aplicación de pequeños cambios en su vida debería ayudarle a reducir el estrés.

Observa cuándo tu mente empieza a centrarse en el futuro en lugar de en el momento presente que estás viviendo. Pregúntate si este proceso de pensamiento es necesario. La simple conciencia y el reconocimiento de tus pensamientos te ayudarán a estar más presente.

Los planes a menudo no se manifiestan de la manera que quieres o esperas

Esto es una realidad, lo quieras creer o no. ¿Cuántas veces has intentado planificar algo, pero no ha salido como querías? ¿Cómo reaccionaste? ¿Te has enfadado o has manejado la situación con aceptación y comprensión?

Los planes fallan. Como miembro de una especie defectuosa, fracasas a menudo. Forma parte de la vida.

Intentar planificar cada paso de tu vida no sólo es imposible, sino que probablemente no sea saludable para ti. Cuanto más planifiques, más probable será que te irrites o te enfades cuando esos planes no se hagan realidad.

No estoy sugiriendo que no debas planificar con la actitud de que el plan fracasará, sino que te propongo que dejes que la vida siga su curso y simplemente seas.

Sigue adelante y haz planes si eso te resulta útil, pero no pierdas de vista el momento presente. Si tus planes no salen como quieres, al menos intenta aceptarlo.

Vivir el presente te hará más feliz

No me gusta lanzar la frase “te hará más feliz” con demasiada frecuencia porque nada te hace feliz más que tú mismo. Dicho esto, vivir en el presente es uno de los métodos seguros que puedes adoptar para manifestar una auténtica felicidad en tu vida.

Sin ahondar en todos los datos e investigaciones disponibles, se está descubriendo que vivir el presente es una de las claves más influyentes del bienestar. Un exceso de planificación a largo plazo te va a impedir disfrutar de la belleza del ahora.

No te impidas experimentar la satisfacción. Practica el vivir el presente y observa cómo te hace sentir. Planifica cuando lo necesites, pero no pierdas de vista lo que está sucediendo actualmente.

Encuentra el equilibrio entre vivir el momento y planificar. Sólo vas a poder controlar el momento que tienes ahora mismo.

El momento que tienes ahora es un regalo. Disfruta de menos estrés saboreando el momento. Comprende que los planes no siempre salen como se espera. Acepta el presente como es y sé feliz.

Planifica como consideres necesario. Ahorra dinero para tener una familia y una casa. Invierte en ti mismo. Márcate objetivos y realízalos. Eso es lo que debes hacer. En esta búsqueda de la planificación, no te olvides de dónde estás en el presente.

El papel de la atención plena

Estar presente es más fácil de decir que de hacer. Hay muchas distracciones en tu vida y cosas que mantienen tu mente centrada en cualquier cosa menos en el momento presente. En realidad, la preocupación es en cierto modo protectora, ya que nos ayuda a anticiparnos a situaciones peligrosas. Esta es una de las razones por las que puede ser tan difícil desconectar la preocupación.

Una de las mejores herramientas para practicar la presencia es la atención plena. La atención plena es esencialmente un enfoque aceptado, abierto, sin juicios y curioso de la experiencia emocional, cognitiva y sensorial de uno en el momento presente. En pocas palabras, la atención plena es la conciencia de uno mismo en el momento presente. Se puede practicar la conciencia plena del momento presente en cualquier momento, o cultivar una práctica de meditación de atención plena en la que se dedique un tiempo específico del día a practicar la meditación de atención plena.

Consejos prácticos para ser más consciente

Encontrar veinte minutos al día o más para sentarse a meditar puede parecer casi imposible. La buena noticia es que no es necesario cultivar una práctica meditativa continua para cosechar los beneficios de ser más consciente en la vida diaria.

El mismo dispositivo móvil que puede sacarte rápidamente del momento presente también puede servirte de recordatorio para volver a él. Puedes convertir tu teléfono móvil en tu máquina de mindfulness si lo utilizas para establecer recordatorios que suenen a lo largo del día y que te animen a permanecer en el momento presente.

Cuando suene el recordatorio, deja de hacer lo que estés haciendo durante unos treinta segundos y centra tu atención en el momento presente. Comprueba tu estado de ánimo y pregúntate cómo te sientes emocional y físicamente, y en qué piensas. La atención plena consiste en aceptar, no criticar y estar abierto, así que sé amable contigo mismo y siente curiosidad por tu experiencia.

Es posible que durante estos momentos notes que tu cabeza está metida en todo y que te preocupa el futuro. Utiliza estos momentos como una oportunidad para volver al momento presente. Recuérdate a ti mismo que, independientemente de lo que ocurra en el futuro, serás capaz de manejarlo. Al fin y al cabo, siempre has sido capaz de hacer frente a todo lo que la vida te ha deparado. Con sólo practicar esto un par de veces al día deberías estar más presente en general, y probablemente notarás una disminución de cualquier preocupación crónica.

Aunque existen numerosas formas de reducir la velocidad y estar más presente, la clave para reducir la preocupación es recordar la importancia de hacerlo.

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