La diferencia entre una adicción y una compulsión

Aunque la gente puede utilizar las palabras “adicción” y “compulsión” indistintamente, no son lo mismo. Una característica fundamental de esta distinción es que las compulsiones de las conductas adictivas provocan una sensación de placer en el cerebro, mientras que las compulsiones independientes de una adicción carecen de la sensación de saciedad y de los circuitos cerebrales relacionados.

El uso incorrecto de adicción frente a compulsión causa confusión a todo el mundo, especialmente a los que experimentan estas condiciones. Sin embargo, también crea confusión para los profesionales que intentan ayudar a las personas a progresar en el tratamiento.

Adicción vs. Compulsión

Para entender el significado de los dos términos, es esencial observar las características comunes que comparten, así como sus principales diferencias.

La adicción es un término amplio que se utiliza para describir el proceso por el que alguien se vuelve dependiente de una sustancia o un comportamiento concreto. En cambio, la compulsión es un término restringido que se utiliza para describir el intenso impulso de hacer algo, que a veces puede llevar a un comportamiento.

Las compulsiones desempeñan un papel en el proceso de adicción. A medida que se desarrolla una adicción, a menudo se produce un sentimiento de compulsión para tomar una sustancia adictiva, como el alcohol o la heroína, o para llevar a cabo una conducta adictiva, como el juego o el sexo.

Las compulsiones son también un síntoma del trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). Una persona con TOC puede tener la compulsión de llevar a cabo un comportamiento como lavarse las manos, atarse los zapatos o revisar la estufa como forma de intentar aliviar la ansiedad. Las compulsiones en el TOC suelen estar directamente relacionadas con las obsesiones, que son pensamientos repetidos que generan angustia.

Causas del trastorno obsesivo compulsivo (TOC)

No está claro qué causa el TOC. Hay varios factores que pueden influir, como, por ejemplo

• Antecedentes familiares: es más probable que se desarrolle el TOC si un miembro de la familia lo padece, posiblemente debido a los genes
• Diferencias en el cerebro: algunas personas con TOC tienen zonas de actividad inusualmente alta en el cerebro o niveles bajos de una sustancia química llamada serotonina
• Acontecimientos vitales: el TOC puede ser más frecuente en personas que han sufrido acoso, abusos o abandono, y a veces comienza después de un acontecimiento vital importante, como un parto o un duelo.
• Personalidad: las personas pulcras, meticulosas y metódicas con un alto nivel de exigencia personal pueden ser más propensas a desarrollar el TOC, así como las personas que suelen ser bastante ansiosas o que tienen un gran sentido de la responsabilidad por sí mismas y por los demás.

Síntomas del TOC

• Obsesiones
• Pensamientos e imágenes no deseados
• Evitación de los desencadenantes
• Compulsiones
• Rituales para controlar los pensamientos obsesivos

Causas de la adicción

Todavía no está claro cuál es la causa específica de la adicción, ya que los factores de riesgo varían en función de cada persona. La investigación científica demuestra que, si una persona tiene más factores de riesgo de adicción, puede tener más posibilidades de abusar de las sustancias o desarrollar una adicción.

Los siguientes son factores de riesgo conocidos para la adicción:

• Comportamiento agresivo en la infancia.
• Abandono por parte de los padres o tutores.
• Experimentar con drogas u otras sustancias.
• Tener acceso a las drogas en la escuela.
• Pobreza en la comunidad.
• Presión de los compañeros.

Síntomas de adicción

• Deseos intensos de consumir la sustancia
• Consumir más para conseguir el mismo efecto
• Incapacidad para dejar de consumir a pesar de las consecuencias negativas
• Síntomas de abstinencia
• Placer frente a alivio

Una diferencia importante entre la adicción y la compulsión es la forma en que se perciben. Las personas con TOC pueden sentir una sensación de alivio al realizar un comportamiento compulsivo, pero no sienten placer; alguien con una adicción, sin embargo, sí experimenta placer a través de su comportamiento, al menos al principio.

Para una persona con TOC, las compulsiones se desarrollan como una forma de mitigar la ansiedad o el miedo que le provocan sus obsesiones. Una persona con una obsesión por la contaminación, por ejemplo, puede desarrollar compulsiones que implican un lavado y una limpieza excesivos.

Las compulsiones suelen causar malestar emocional cuando se llevan a cabo, aunque ofrezcan cierto alivio temporal.

En el caso de la adicción, el deseo de consumir la sustancia o realizar la conducta implica una expectativa de que será placentera. Esta expectativa de placer es tan fuerte que alguien con una adicción continuará su comportamiento incluso a pesar de las consecuencias negativas que puede causar, como:

• Problemas económicos.
• Problemas de salud y malestar físico.
• Desaprobación social.
• Consecuencias legales.
• Disminución de la autoestima.

Para las personas con adicciones, a menudo llega un punto en el que no disfrutan realmente de la conducta adictiva. En su lugar, sólo buscan aliviar el impulso de llevarla a cabo. Esto se ve agravado por la experiencia del síndrome de abstinencia que suele producirse cuando se deja de tomar la sustancia o de realizar la conducta.

Aunque esto puede parecerse a la forma en que una persona con TOC lleva a cabo sus compulsiones, porque el placer ha desaparecido, la motivación original para llevar a cabo la conducta era sentirse bien.

Genética y adicción a las sustancias

La genética examina cómo y por qué ciertos rasgos se transmiten de padres a hijos. Aunque los genes desempeñan un papel en la definición de los rasgos de una persona, los factores ambientales también pueden afectar a los rasgos; las influencias ambientales pueden incluso alterar un rasgo.

La adicción se considera de moderadamente a altamente heredable, lo que significa que los genes pueden desempeñar un papel importante en la adicción, especialmente cuanto más estrecha sea la relación genética. En otras palabras, las personas que tienen familiares de primer grado (padres, hijos, hermanos) que luchan contra la adicción pueden tener un mayor riesgo de desarrollar una adicción ellos mismos.

Las causas de la drogadicción, al igual que la genética, varían de una droga a otra. Aunque todavía no existe una relación definitiva entre los genes y las drogas, los científicos han hecho algunos descubrimientos interesantes. Uno de ellos ha descubierto que el riesgo de padecer un trastorno por consumo de cannabis puede tener un fuerte componente genético.

Además, los científicos han encontrado más de 400 localizaciones en el genoma humano que pueden influir en actividades como el tabaquismo o el consumo de alcohol.6 Esto significa que los científicos pueden estar cada vez más cerca de identificar ciertos grupos de genes que contribuyen a que una persona desarrolle una adicción.

Los antecedentes de trastornos mentales en una familia o en una persona también pueden desempeñar un papel en la adicción.

Negación vs. Realidad

Otra distinción importante entre una adicción y una compulsión tiene que ver con la conciencia y la aceptación de la realidad.

Las personas con TOC suelen ser conscientes de que sus obsesiones no son realistas o de que sus compulsiones son excesivas o ilógicas.3 Incluso pueden sentirse perturbadas por sus pensamientos y su necesidad de llevar a cabo un comportamiento compulsivo, pero lo hacen de todos modos para aliviar su angustia.

Por el contrario, las personas con adicciones suelen tener problemas de memoria y cognitivos y carecen de este mismo nivel de perspicacia. Es posible que no reconozcan las consecuencias negativas que su adicción está causando. Esto se conoce como negación, y es un componente central del proceso adictivo en el cerebro.

Puede ser difícil para alguien con una adicción darse cuenta de que su consumo de sustancias o su comportamiento está causando problemas en su vida, y reconocer este hecho es un paso muy importante hacia la recuperación.

Prevención de la adicción

La adicción es una enfermedad grave pero prevenible y tratable. La intervención temprana y las medidas preventivas pueden disminuir el riesgo de consumo de sustancias y adicción en niños y adolescentes. La prevención incluye influir en la forma de pensar, sentir y actuar de las personas en relación con las sustancias y su consumo.

Los siguientes métodos pueden ser útiles para reducir y/o prevenir el consumo de sustancias:

• Aumentar el intercambio de información valiosa sobre la salud mental.
• Educación que sea específicamente sobre la prevención.
• Presentar alternativas al consumo de sustancias, como actividades divertidas y pasatiempos.
• Estrategias para influir en los cambios de política que afectan a los entornos sociales y domésticos.
• Mejorar los recursos de las comunidades para prevenir el consumo de sustancias.
• Acceso a los servicios de adicción y salud mental y proporcionar educación sobre las derivaciones.

Promover los factores de protección entre los niños y adolescentes también puede prevenir la adicción. Los factores de protección incluyen:

• El control de los impulsos: La capacidad de controlar los impulsos o retrasar la gratificación.
• La supervisión de los padres: Supervisión de los comportamientos de los niños, apoyo a sus necesidades físicas y emocionales, establecimiento de límites y aplicación de la disciplina.
• Rendimiento académico: Fomentar y promover el éxito escolar, así como la participación en actividades extraescolares.
• Políticas contra el consumo de drogas: Abogar por escuelas libres de drogas y hacer cumplir las políticas y leyes.
• Fuerte apego al vecindario: Desarrollar conexiones significativas fuera del hogar con los miembros de la comunidad.

Las estrategias preventivas pueden ser menos eficaces si la persona ya tiene una adicción. Las personas que luchan contra la adicción pueden beneficiarse de los programas de recuperación de la adicción a las sustancias para ayudar a reducir su consumo.

Tratamiento

Tanto la adicción como el TOC pueden causar grandes trastornos en la vida. Sin embargo, ambas condiciones son tratables, y es importante buscar ayuda profesional.

Tratamiento de las compulsiones

El tratamiento del TOC puede incluir una combinación de medicación y terapia:

Los medicamentos pueden incluir antidepresivos como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) y los antidepresivos tricíclicos (ATC), y el médico puede aumentarlos con un antipsicótico.

La terapia para el TOC suele ser una forma de terapia cognitivo-conductual (TCC), que consiste en aprender a reconocer y cambiar los patrones de pensamiento. La terapia de exposición suele ser útil para las personas con TOC, ya que le ayuda a aprender a tolerar los objetos o pensamientos que provocan ansiedad sin realizar una compulsión.

Tratamiento de la adicción

El tratamiento de la adicción puede variar en función de a qué se sea adicto. Si su adicción tiene que ver con una sustancia, su médico puede recetarle medicamentos para ayudarle a desintoxicarse de forma segura y a lidiar con los síntomas de la abstinencia.

El médico también puede recetar medicamentos para tratar la neuroquímica asociada al placer en el cerebro. Por ejemplo, la naltrexona es un medicamento que bloquea la sensación de placer inducida por los opiáceos. El médico puede recetar esta medicación para bloquear las compulsiones relacionadas con las ansias de consumir alcohol y opiáceos, así como para las adicciones conductuales.

La terapia es también un componente importante del tratamiento de la adicción. Puede incluir asesoramiento individual o de grupo, así como una estancia en un centro de tratamiento residencial.

Aunque la adición y la compulsión tienen algunos puntos en común, significan cosas diferentes. Las compulsiones desempeñan un papel en la adicción, pero son diferentes de los comportamientos compulsivos que las personas realizan como parte del TOC.

Si estás experimentando compulsiones o una adicción, hablar con tu médico o profesional de la salud mental es un primer paso importante. Al obtener un diagnóstico preciso, un profesional de la salud puede recomendar tratamientos adecuados que pueden ayudar.

Preguntas frecuentes

¿Es la ludopatía un tipo de adicción?

El trastorno de juego, que a veces se denomina ludopatía, está reconocido en el DSM-5 como un tipo de adicción conductual. Los signos de este trastorno incluyen la preocupación por el juego, la dificultad para controlar el comportamiento, los problemas financieros debidos al juego y la continuación del comportamiento a pesar de las consecuencias negativas.

¿Cómo se supera la adicción compulsiva?

Existen tratamientos que pueden ayudar a las personas a superar los comportamientos compulsivos y las adicciones. En el caso de las compulsiones relacionadas con el TOC, el tratamiento suele consistir en medicamentos y terapia, como la TCC o la terapia de exposición y prevención de la respuesta. Los tratamientos de las adicciones pueden variar de una sustancia a otra, pero a menudo también implican el uso de medicamentos, terapia y cuidados de apoyo.

¿Cuál es la diferencia entre una adicción y un trastorno compulsivo?

La adicción es una condición crónica que implica el consumo de una sustancia o la realización de un comportamiento para obtener placer y aliviar el malestar. Los trastornos compulsivos implican experimentar un impulso incontrolable y abrumador de hacer algo. Una compulsión puede ayudar a aliviar la angustia causada por una obsesión, pero no produce sentimientos de placer.