A algunas personas les encanta tener una rutina diaria sólida, mientras que otras se estremecen ante la idea de tener un horario predecible. Sin embargo, en momentos de gran estrés, mantener una estructura y una rutina puede ayudarle a sentirse más organizado y con el control.
Tener una rutina puede ser útil en cualquier momento, sobre todo si estás tratando de establecer hábitos saludables, pero estas rutinas pueden ser particularmente importantes cuando los aspectos de tu vida se sienten inciertos.
Tan pronto como abres los ojos por la mañana, debes comenzar a tomar decisiones. ¿Presionar el botón de repetición o levantarse de inmediato? ¿Café antes de la ducha o ducha primero? ¿Qué debería vestir? Estas decisiones matutinas pueden causar estrés. Si reduce las decisiones que tiene que tomar temprano en el día, puede comenzar mejor. Tome algunas decisiones con anticipación al tener una rutina y un horario.
La reducción del estrés es solo uno de los beneficios psicológicos de la rutina. Organizar su tiempo también puede dar sus frutos de otras maneras. El resultado será una persona más feliz y saludable.
Una repentina falta de estructura
Muchas personas trabajan desde casa o se enfrentan a la perspectiva de un periodo de desempleo desconocido. Los que trabajan en casa pueden descubrir rápidamente que el aislamiento constante y la falta de un horario normal pueden ser mentalmente agotadores.
La falta de estructura y rutina puede exacerbar los sentimientos de angustia y hacer que se preste más atención al origen de los problemas. Como explica la doctora Rachel Goldman, psicóloga y profesora clínica adjunta de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York: “Si las personas no tienen una estructura y están sentadas con menos cosas en las que concentrarse, probablemente también se encontrarán pensando más en la situación estresante, lo que también puede provocar más estrés y ansiedad”.
Una forma de salir de este ciclo que promueve la rumiación de la fuente de tu estrés es mantener cierta estructura y rutina a lo largo del día.
Los beneficios de tener una rutina
Las investigaciones han demostrado sistemáticamente que las rutinas pueden desempeñar un papel importante en la salud mental. Un estudio, por ejemplo, descubrió que las rutinas podían ayudar a las personas a controlar mejor el estrés y la ansiedad.
Las rutinas diarias son útiles, pero es posible que necesite una rutina semanal para las cosas que hace con menos frecuencia, como hacer las compras o hacer ejercicio. Establezca una o más rutinas y podrá obtener estos beneficios:
Tu nivel de estrés caerá
Si tiene un plan, se sentirá más en control. Habrá tomado muchas decisiones por adelantado y puede concentrarse en tomar buenas decisiones para las que quedan.
Dormirás mejor
Mantener un horario de sueño constante es el primer paso para descansar mejor. Dormir bien puede darte un impulso psicológico. Si tiene problemas para conciliar el sueño, una rutina a la hora de acostarse puede ayudar.
Disfrutarás de una mejor salud
La planificación de las comidas hace que sea más fácil seguir una dieta saludable, pero eso significa reservar tiempo para ir de compras y preparar la comida. De igual forma, puedes utilizar una rutina para potenciar tu actividad física o para tomar tus medicamentos a tiempo. Un cuerpo más sano significa una mente más sana.
Serás más feliz
Si tiene un horario, puede crear tiempo para jugar. Sí, los adultos también necesitan tiempo para jugar. Ya sea leyendo, jugando un videojuego o mirando pájaros en un comedero, el tiempo de inactividad es bueno para su salud mental. Sin un plan, puede llegar al final del día sin haber dedicado tiempo al placer.
Beneficios de la rutina para las familias
Si practica una buena gestión del tiempo, dará un buen ejemplo a sus hijos y podrá compartir sus habilidades con ellos. Además, tener una rutina familiar puede ayudar a los niños a sentirse seguros y protegidos.
Los investigadores han encontrado vínculos entre las rutinas familiares y las habilidades sociales y el éxito académico de los niños. Además, las rutinas son valiosas para las familias en tiempos de crisis. Si uno de los padres está enfermo, por ejemplo, los niños con rutinas son más capaces de sobrellevar la situación.
Las rutinas familiares pueden reducir las posibilidades de que un niño muestre síntomas de hiperactividad, impulsividad y otros trastornos del comportamiento. Según un estudio, los bajos niveles de rutina familiar están relacionados con el trastorno negativista desafiante, en el que los niños son hostiles y resentidos. Los investigadores dicen que el comportamiento problemático es más común entre los niños que no tienen rutinas matutinas, horas de comida, hora de acostarse y tareas escolares constantes.
Cuando la rutina es especialmente importante
Los beneficios psicológicos de la rutina pueden marcar la diferencia si enfrenta desafíos, que incluyen:
Recuperación de adicciones
Las personas que se están recuperando de una adicción necesitan reemplazar los malos hábitos. Planificar con anticipación y mantenerse ocupado puede evitar el aburrimiento, lo que podría provocar una recaída. Los buenos hábitos pueden mejorar la autoimagen y la confianza, que a menudo faltan en las personas con trastornos de adicción.
Trastorno bipolar
Las rutinas pueden ayudar con el trastorno bipolar, según un estudio en el que las personas usaron un dispositivo de seguimiento para monitorear sus horarios. Las interrupciones estaban vinculadas a episodios “altos” y “abajo”. Las personas con trastorno bipolar pueden tener relojes corporales más sensibles, dicen los investigadores.
Otros retos de salud mental
En otro estudio, los científicos estudiaron los ritmos circadianos, que son los períodos de descanso y actividad por los que pasa en un día típico. Las interrupciones de estos ciclos desencadenaron depresión, trastornos del estado de ánimo y otros problemas. Los investigadores también encontraron que las personas con ritmos circadianos alterados eran más propensas a sentirse solas y menos propensas a ser felices.
La mayoría de nosotros estamos muy familiarizados con la adversidad, y con el reto de intentar no sólo sobrevivir ante ella, sino prosperar a pesar de las dificultades a las que nos enfrentamos.
De vez en cuando, todos experimentamos situaciones que suponen un reto, pero encontrar la manera de superar esos retos desarrollando la fuerza no podría ser más importante si queremos disfrutar del mejor éxito posible en la vida. La respuesta es un impulso implacable. Cuando encontramos formas de potenciar nuestra capacidad de afrontar las cosas, incluso cuando nada nos sale bien, podemos ser imparables.
En este libro electrónico analizamos la importancia de estas cosas en nuestras vidas y examinamos cómo podemos empezar a desarrollarlas y perfeccionarlas para convertirlas en un arma que podamos utilizar en nuestro mejor momento.
Consejos para crear y apegarse a una rutina
Si ya tienes una rutina diaria, empieza por modificarla. Pero no haga demasiados cambios a la vez. Escriba su nueva rutina. Puede tener la forma de un cronograma o puede ser una lista con elementos para marcar. Sus posibilidades de éxito serán mayores si hace la mayoría de las cosas a la misma hora todos los días.
Las rutinas necesitan nuevos hábitos, lo que puede llevar tiempo. En un estudio, las personas tardaron un promedio de 66 días en crear un nuevo hábito. La tecnología, como los rastreadores de actividad física, puede ser útil para establecer hábitos saludables. Muchos también hacen un seguimiento del sueño, una parte vital de cualquier horario saludable.
A las personas que intentan establecer nuevas rutinas y hábitos se les dice que sean flexibles, lo que puede parecer una contradicción. De hecho, dejar de seguir tu rutina durante un día no significa que te hayas desviado. Si te permites tomarte un día libre, puede ser más fácil volver a tu rutina que si piensas que cualquier ruptura en tu rutina es un fracaso.
Concéntrese en las cosas que puede controlar
Controlar sus propios comportamientos puede ayudarle a sentirse más en control de la situación. Goldman recomienda centrarse en las cosas que están dentro de su poder de control.
La clave es crear una rutina que añada estructura y una sensación de previsibilidad a su día. Por supuesto, tu horario puede cambiar un poco según el día de la semana, pero ceñirte a una estructura básica de cuándo te levantarás, comerás, trabajarás, harás actividades y dormirás puede ayudarte a sentirte menos estresado y más organizado.
Estructurar tu día también te asegura cumplir con esas tareas básicas que debes hacer, lo que te dejará tiempo para programar otras cosas que quieres o necesitas realizar.
Te sentirás más organizado y productivo con una rutina regular, lo que te ayudará a sentirte más proactivo y en control ante una situación estresante.
Siga una rutina que apoye su salud
Hay algunas cosas que puede convertir en parte de su rutina diaria para ayudar a controlar los niveles de estrés. Entre ellas se encuentran:
- Mantenerse activo y hacer ejercicio diario con regularidad.
- Asegurarse de estar bien descansado.
- Comer alimentos saludables en un horario regular.
- Establecer objetivos realistas.
- Intentar ser positivo.
- Prepararse para los retos, pero sin rumiar las cosas que no se pueden controlar.
- Mantener el contacto con amigos y familiares.
- Reservar tiempo para las actividades que te gustan.
Por supuesto, la situación a la que te enfrentas personalmente también puede influir en lo fácil o difícil que es seguir una rutina diaria.
Haz tu lista
Una actividad útil es hacer una lista de las cosas que normalmente haces durante el día. Incluya todo, desde el trabajo hasta la preparación de la comida y las tareas domésticas. Una vez que tenga una idea de las tareas básicas que debe realizar, puede empezar a crear un esquema general de lo que podría necesitar realizar cada día para mantenerse en el camino.
El estrés puede dificultar la concentración, por lo que hacer un esquema de estas actividades diarias puede ayudarte a concentrarte mejor en lo que es importante.
Aunque es importante hacer lo esencial, asegúrate de encontrar cosas que te hagan ilusión, ya sea ver un programa de televisión favorito o llamar a un amigo. Hacer que estas pequeñas recompensas formen parte de tu rutina puede ayudarte a mantenerte animado y concentrado cuando estés trabajando en una tarea que quizás no disfrutes tanto.
Encuentre lo que funciona para usted
¿Es mejor tener un programa diario estructurado o sólo una lista general de tareas para el día? Algunas personas pueden prosperar con un programa diario muy estructurado que delimite las actividades en bloques de tiempo específicos, mientras que otras pueden hacerlo bien con una lista suelta de cosas que tienen que hacer en el día.
¿Cómo puedes decidir qué enfoque es el adecuado para ti? Considere sus motivaciones y lo que necesita hacer. “Si se trata de algo de gran importancia y que debe hacerse en un día concreto, puede ser necesario programarlo en tu rutina y dedicarle ese tiempo para asegurarte de que lo consigues”, recomienda Goldman.
En otras palabras, programe deliberadamente un momento específico para ocuparse de esas tareas de alta prioridad. Saber que tienes ese tiempo reservado para esas tareas te dejará libre para centrarte en utilizar el resto de tu tiempo de forma eficaz. Goldman también sugiere que puede ser útil programar cosas que quizá no te motiven a hacer.
Saber que tienes que hacer esas tareas a una hora determinada en un día determinado te ayudará a mantenerte en el camino y, con suerte, a superar el impulso de seguir posponiéndolas.
Recuerda que se necesita tiempo y práctica
Al igual que intentar crear un nuevo hábito, empezar y mantener una nueva rutina requiere tiempo y esfuerzo. Tú te conoces mejor que nadie, así que, si algo no parece funcionar, intenta modificar tu horario para que se adapte a tus necesidades.
Goldman recomienda prestar atención a cómo te sientes a lo largo del día para determinar en qué momentos del día eres más productivo. “Si sientes que cada día te sientes desmotivado y aletargado en un momento determinado, es una señal de que puedes necesitar un descanso mental en ese momento”, dice.
Cuando te encuentres en esos momentos, piensa en lo que podrías necesitar para sentirte mejor y motivarte. Eso podría significar que necesitas tomarte un descanso, ir a dar un paseo, tomar un tentempié o dedicar algo de tiempo a un hobby.
Estructure su día para aprovechar al máximo el flujo y reflujo natural de sus niveles de energía. Conseguirás hacer más cosas y te asegurarás de obtener lo que necesitas en términos de descanso y relajación.
“Sin embargo, los planes no siempre salen como están previstos, así que recuerda ser amable contigo mismo”, dice Goldman. “No es el momento de ponerse presión y expectativas adicionales. No es fácil crear nuevas rutinas, o añadir estructura a un día, cuando nuestras vidas se sienten completamente alteradas y puestas patas arriba, así que puede llevar algún tiempo acostumbrarse a esta “nueva” rutina y ser capaz de sentirse realizado.”
Lo que esto significa para usted
Aunque tener una rutina es importante, date cierta flexibilidad y no te castigues si tienes problemas para cumplir con tu propio horario. Cada persona afronta el estrés de forma diferente. Tener una rutina puede ayudarte a mantener una sensación de normalidad y concentración en los momentos difíciles, pero no te estreses más si a veces te desvías de tus planes.