Ya sea inyectada, inhalada o fumada, la metanfetamina es una droga altamente adictiva que afecta al cerebro y al sistema nervioso central. La metanfetamina aumenta los niveles de los neurotransmisores dopamina, norepinefrina y serotonina, lo que estimula las células cerebrales, mejorando el estado de ánimo y alterando los niveles de energía, alerta y otras funciones corporales.

En los Estados Unidos, la Administración para el Control de Drogas (DEA) clasifica la metanfetamina como una sustancia de la Lista II. Esto significa que la droga es ilegal cuando se utiliza con fines recreativos y que tiene un alto potencial de uso indebido, pero que existen algunos usos médicos restringidos.

También conocida como: Algunos nombres comunes de la metanfetamina en la calle son: meth, crystal, speed, crank y tweak.

Clase de droga: La metanfetamina es una droga estimulante que aumenta la actividad del sistema nervioso central.

Efectos secundarios comunes: El consumo de metanfetamina puede provocar efectos secundarios como náuseas, diarrea, vómitos, convulsiones, ansiedad y depresión.

Cómo reconocer la metanfetamina

La metanfetamina suele tener la forma de un polvo blanco y cristalino. Aunque no tiene olor, tiene un sabor amargo. El polvo se disuelve fácilmente en agua. La metanfetamina cristalina tiene el aspecto de trozos de hielo transparente. Las formas ilegales de la droga pueden esnifarse, fumarse, inyectarse o ingerirse oralmente.

¿Qué hace la metanfetamina?

Cuando la metanfetamina se inyecta o se fuma, produce inmediatamente una sensación intensamente placentera conocida como “subidón” o “flash”. Lo hace liberando altos niveles de dopamina en el cerebro. Inhalar metanfetamina produce una sensación de euforia, pero no un subidón.

Los efectos de la metanfetamina son similares a los de otros estimulantes e incluyen:

  • Agitación.
  • Disminución del apetito.
  • Sensación de placer.
  • Aumento de la sociabilidad.
  • Baja inhibición.
  • Confusión mental.
  • Alerta física.

Incluso cuando se toma en pequeñas cantidades, la metanfetamina puede provocar un aumento de la vigilia y la actividad física. También es frecuente la disminución del apetito.

Lo que dicen los expertos

Una investigación publicada en el 2014 descubrió que la metanfetamina tiene efectos neurotóxicos, lo que provoca daños en los receptores de serotonina y dopamina del cerebro.

El uso a largo plazo de la metanfetamina puede causar daños en el cerebro similares a los de otras condiciones que lesionan el cerebro. Este daño cerebral persiste durante meses incluso después de haber dejado de consumirla.

Los efectos neurológicos del consumo de metanfetamina pueden ser permanentes, incluso después de que la persona deje de consumirla. Los investigadores han descubierto que el consumo de metanfetamina puede provocar un mayor riesgo de padecer la enfermedad de Parkinson.

El consumo de metanfetamina también puede producir una anorexia extrema. Incluso durante un breve período de consumo, la metanfetamina puede provocar cambios drásticos en el aspecto físico.

Usos aprobados y no aprobados

En Estados Unidos, el clorhidrato de dextrometanfetamina es un tratamiento aprobado por la FDA para la obesidad y el TDAH en adultos y niños. Aunque está aprobado, la FDA advierte que existe un alto potencial de dependencia y sus beneficios terapéuticos tienden a ser bastante limitados.

La metanfetamina se utiliza ocasionalmente en el tratamiento de trastornos del sueño como la hipersomnia idiopática y la narcolepsia.

¿Cómo afecta la metanfetamina a tu salud?

Aumenta los niveles de dopamina y norepinefrina naturales en el cerebro.

El efecto dura más que el de la cocaína, es más barato y es fácil de fabricar con ingredientes comunes.

Los nombres callejeros de esta droga incluyen tiza, crank, ice, crystal, meth y speed.

La metanfetamina es fácil de producir y es una droga potente, por lo que sigue siendo una grave droga de abuso. Su uso prolongado se asocia a efectos devastadores para el consumidor y la sociedad.

La metanfetamina afecta a tu cerebro

La metanfetamina provoca cambios en los circuitos cerebrales que controlan la recompensa, el estrés, la toma de decisiones y el control de los impulsos, lo que hace que sea cada vez más difícil dejar de consumirla incluso cuando está teniendo efectos negativos en tu vida y tu salud. El consumo frecuente también puede provocar tolerancia y síndrome de abstinencia, por lo que necesitas más droga para sentirte normal. Los efectos adicionales del consumo de metanfetamina pueden incluir ansiedad y depresión, fatiga crónica, pensamientos paranoicos o delirantes y graves problemas psicológicos.

La metanfetamina afecta a tu cerebro

La metanfetamina afecta a tu cuerpo

El consumo de metanfetamina aumenta el ritmo cardíaco, la presión arterial y el riesgo de infarto. Otras consecuencias negativas del consumo de metanfetamina a largo plazo son la pérdida extrema de peso, los problemas dentales graves y las llagas en la piel causadas por el rascado. El consumo de metanfetamina afecta a los niveles de dopamina en el cerebro. La dopamina es un neurotransmisor. Afecta, entre otras cosas, al movimiento, la motivación, las emociones y la sensación de placer. Como la metanfetamina provoca una avalancha de dopamina en el cerebro, el suministro natural se agota. Así, las actividades que aumentarían el placer pueden dejar de hacerlo. Esto puede conducir a la depresión.

La metanfetamina afecta al autocontrol

La metanfetamina puede provocar agresividad, comportamiento violento y pérdida de contacto con la realidad.

La metanfetamina afecta más que al consumidor

El consumo de metanfetamina afecta a la familia y a los amigos del consumidor. Los niños que se encuentran en los laboratorios de metanfetamina pueden experimentar problemas emocionales, conductuales y cognitivos. Los productos químicos utilizados para producir metanfetamina pueden provocar incendios y explosiones, producir vapores tóxicos y dañar el medio ambiente.

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Está dirigido a familiares o amigos de personas adictas para que puedan comprender la adicción y en especial para que la familia ayude y se ayude a sí misma. También deseo que estas palabras lleguen a personas con problemas de adicción para contribuir a una auto-observación y toma de conciencia de su problema, que permita conocer que hay una alternativa posible para vivir mejor.

Efectos secundarios de la metanfetamina

Físicamente, la metanfetamina puede aumentar la respiración, el ritmo cardíaco y la presión arterial. Puede provocar hipertermia y un ritmo cardíaco irregular. También existe la posibilidad de un colapso cardiovascular.

Otros efectos del consumo de metanfetamina en el sistema nervioso central pueden producir síntomas como irritabilidad, confusión, ansiedad, paranoia y agresividad. Algunas personas también sufren insomnio prolongado y temblores.

La hipertermia y las convulsiones pueden ser mortales. La metanfetamina también puede causar daños irreversibles en los vasos sanguíneos del cerebro, lo que puede provocar un derrame cerebral.

Señales de consumo

Algunos de los signos más comunes de que alguien puede estar consumiendo metanfetamina son:

  • Presencia de parafernalia de drogas.
  • Hiperactividad.
  • Pupilas dilatadas.
  • Falta de apetito.
  • Pérdida repentina de peso.
  • Quemaduras en labios y dedos.
  • Movimientos espasmódicos y espasmos.
  • Llagas y costras en la piel.
  • Cambios en los patrones de sueño.
  • Dientes podridos.

La sobredosis es otro peligro asociado al consumo de metanfetamina. Una sobredosis da lugar a un rápido inicio de deterioro fisiológico, que acaba provocando un ataque al corazón o un derrame cerebral. Debido a la velocidad de aparición, la muerte se produce de forma repentina e inesperada.

Una sobredosis de metanfetamina produce sudoración profusa, respiración rápida, aumento del ritmo cardíaco y dilatación de las pupilas. Una persona que ha sufrido una sobredosis de metanfetamina tendrá una temperatura elevada, insuficiencia renal y colapso cardiovascular. La parte verdaderamente aterradora es que todo ocurrirá muy rápidamente.

Si sospecha que alguien ha sufrido una sobredosis de metanfetamina, póngase en contacto con los servicios de emergencia inmediatamente.

Preguntas comunes

Como resultado de las campañas antidroga y de los medios de comunicación populares, muchas personas tienen una imagen mental de cómo creen que es un “consumidor de metanfetamina”. A menudo es una imagen de alguien con los dientes podridos que está sucio, demacrado y con costras.

Las imágenes de personas que han abusado de la metanfetamina y han sufrido cambios físicos impactantes son gráficas y pueden constituir un argumento convincente contra el consumo de drogas, pero pintan una imagen muy limitada de quiénes consumen metanfetamina.

En realidad, aproximadamente 1,6 millones de personas (el 0,6% de la población estadounidense) declararon haber consumido metanfetamina en el último año, según la Encuesta Nacional sobre Uso de Drogas y Salud (NSDUH) del 2017. La adicción a la metanfetamina puede afectar a cualquiera.

Tolerancia, dependencia y abstinencia

La metanfetamina tiene un alto riesgo de tolerancia y dependencia. La tolerancia se produce cuando una persona necesita tomar cantidades cada vez mayores de la droga para conseguir el mismo “subidón” que experimentó inicialmente. La tolerancia a la metanfetamina se desarrolla rápidamente.

¿Cuánto tiempo permanece la metanfetamina en el organismo?

El tiempo que la metanfetamina permanece en el organismo depende de una serie de factores como el metabolismo, la masa corporal y la frecuencia de consumo. Por lo general, puede detectarse mediante un análisis de sangre de uno a tres días, mediante un análisis de orina de hasta una semana y mediante un análisis de folículos pilosos de hasta 90 días.

Adicción

La metanfetamina es altamente adictiva y las personas pueden volverse físicamente dependientes de la droga rápidamente.

 La metanfetamina, al igual que la anfetamina, produce una rápida sensación de placer, a la que siguen sentimientos de depresión e irritabilidad cuando se pasa el efecto de la droga.

Las personas que consumen metanfetamina buscarán y consumirán más metanfetamina para volver a ese estado de placer o simplemente para sentirse “normales” de nuevo. Este ciclo da lugar a la dependencia física de la droga y a menudo requiere un tratamiento serio para romperlo con éxito.

Alcance del uso

Según el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA), en 2016, el 6,5%Fuente Confiable de los adultos de 26 años o más la habían consumido en algún momento de su vida, y el 5,4% de los mayores de 12 años.

La mayor parte de la metanfetamina se fabricaTrusted Source en “superlaboratorios” de California o México, pero también puede hacerse en pequeños laboratorios caseros, utilizando ingredientes relativamente baratos de venta libre, como la pseudoefedrina.

A menudo se mezcla con otras sustancias, como cafeína, talco y otros aditivos tóxicos.

Por ley, las farmacias y las tiendas minoristas deben mantener los productos de pseudoefedrina y efedrina detrás del mostrador. También deben llevar un registro de la identificación del consumidor y de la cantidad de producto adquirido.

Comercialmente, la metanfetamina está disponible bajo la marca Desoxyn, en tabletas de 5 mg. Tiene un uso muy limitado en el tratamiento de la obesidad y el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Se utiliza de forma no autorizada para tratar la narcolepsia.

El síndrome de abstinencia

Una vez que has decidido dejar de fumar, el primer paso es la desintoxicación. Este proceso comienza una vez que dejas de tomar metanfetamina y continúa hasta que tu sistema está libre de ella y se ha adaptado a estar fuera de la droga. Los síntomas iniciales de abstinencia suelen comenzar en las 24 horas siguientes a la última dosis, alcanzan su punto álgido al cabo de unos 10 días y pueden durar tres semanas o más.

La gente suele pasar por el proceso de desintoxicación y abstinencia en casa, pero también existen opciones de tratamiento residencial y ambulatorio. Si decides pasar por el proceso en casa, asegúrate de informar a tu médico y de que un amigo o un ser querido te controle a menudo.

La abstinencia de una droga como la metanfetamina no es fácil y está llena de días o semanas de muchos síntomas. Las personas que dejan de consumir metanfetamina experimentan irritabilidad, depresión, miedo y pérdida de energía.

Sin embargo, posiblemente el síntoma de abstinencia más difícil de superar es el deseo extremo de consumir la droga.

Las personas que se retiran de la metanfetamina pueden pasar de querer dormir todo el tiempo a no poder hacerlo. Los síntomas de abstinencia pueden durar varias semanas.

Cómo obtener ayuda

Si tú o un ser querido estáis preparados para dejar de consumir metanfetamina, hay recursos disponibles que pueden ayudar. Puedes empezar por hablar con tu médico, que podrá evaluar tu estado de salud actual, hablarte de los próximos pasos y remitirte a los centros de tratamiento de tu zona.

Los tratamientos a largo plazo suelen utilizar enfoques de terapia conductual, como el manejo de contingencias (MC) y la terapia cognitivo-conductual (TCC).

El manejo de contingencias permite a las personas ganar vales para obtener las recompensas deseadas a cambio de mantenerse sin drogas.

La terapia cognitivo-conductual trabaja para cambiar los patrones de pensamiento y los comportamientos perjudiciales que contribuyen al consumo de drogas. Este enfoque también enseña a las personas nuevas habilidades y estrategias de afrontamiento que pueden ayudarles a abstenerse del consumo de drogas en el futuro.

Hay algunos medicamentos que pueden ser útiles en el tratamiento de algunos pacientes con consumo de metanfetamina, como la naltrexona, el modafinilo o el bupropión. Se está investigando el posible uso de anticuerpos monoclonales antimetanfetamina.

Otros enfoques que pueden utilizarse son el asesoramiento individual, las pruebas de drogas, los grupos de apoyo y los programas de 12 pasos.

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