Llámalo mecanismo de supervivencia o manía psicológica, pero pocas cosas me tranquilizan más que hacer bromas a mi costa.

Desde que tengo uso de razón, he suavizado las interacciones sociales incómodas burlándome de mis percances pasados (¡que son muchos!). Y no soy el único: Por extraño que parezca, muchos de nosotros somos más felices cuando podemos reírnos de nuestras desgracias pasadas y convertirlas en diversión para los demás.

Por suerte, la ciencia también ha empezado a ver el valor de la autoburla. Además de aliviar nuestros nervios, los investigadores en psicología han descubierto que el humor autodespreciativo tiene un efecto secundario no buscado: mejora nuestra salud.

Según un estudio reciente publicado en “Psychology and Individual Differences”, la autocrítica confiere algunas ventajas positivas, ya que las personas que se burlan de sí mismas con regularidad muestran mayores niveles de bienestar emocional. “En concreto, hemos observado que una mayor tendencia a emplear el humor autodespreciativo es indicativa de puntuaciones altas en dimensiones del bienestar psicológico como la felicidad y, en menor medida, la sociabilidad”, escriben los autores del estudio. Esto es especialmente tranquilizador, dado que investigaciones anteriores han relacionado a menudo el desprecio hacia uno mismo con rasgos psicológicos negativos, como la ansiedad y la baja autoestima.

No es ningún secreto que el humor puede ser una parte importante del bienestar. Puede reducir el estrés, mejorar la memoria y ayudar a acercarse a otras personas. En pocas palabras, ser capaz de reírte de las cosas puede ayudarte a sentirte mejor con tu vida.

Puede que te resulte fácil encontrar el humor en los momentos más divertidos de la vida, pero ser capaz de reírte de ti mismo no siempre es tan fácil. Sin embargo, quitarle importancia a tus defectos, contratiempos y retos vitales puede ser muy beneficioso.

Aunque pueda parecer sorprendente, reírse de uno mismo puede ser bueno para la autoestima. Incluso puede mejorar tus relaciones y ayudarte a afrontar mejor los retos que te plantea la vida.

Muchos de nosotros somos más felices cuando podemos reírnos de nuestras desgracias pasadas

Por supuesto, la salud mental no es blanco o negro. Burlarse de uno mismo puede ser una forma estupenda de desviar las interacciones sociales incómodas y ayudarnos a relacionarnos mejor, pero todo se reduce a si tenemos un sentido de la autoestima lo suficientemente alto como para compensar los riesgos potenciales. A pesar de sus muchas ventajas, los investigadores observaron que el humor autodespreciativo también podría indicar ira reprimida. En otras palabras, no deberíamos utilizar el “autocrítica” como un intento de ocultar la inseguridad.

Según el Dr. Arnie Cann, psicólogo e investigador del humor, todo depende del contexto; más concretamente, es la forma en que elegimos utilizar el humor lo que puede tener efectos positivos o negativos. La risa libera dopamina, aumenta el flujo sanguíneo y fortalece el corazón, pero más allá de sus muchas ventajas para la salud, un buen sentido del humor conduce a un mayor optimismo, que a su vez, aumenta nuestra capacidad de recuperación y nos permite prosperar cuando nos enfrentamos a la adversidad.

Cann cree que el mero hecho de ser conscientes de cómo el humor puede mejorar nuestras vidas puede llevarnos a un mayor bienestar. Así que, si buscas más razones para romper esos silencios incómodos con un inofensivo autochiste, ten en cuenta estos cinco beneficios de tomarte a ti mismo menos en serio.

Por qué es importante reírse de uno mismo

La risa es una de las mejores medicinas del mundo. No se trata sólo de una cita inspiradora, hay estudios reales que confirman el poder curativo de una simple sonrisa.

La risa es un gran mecanismo de afrontamiento, así que encontrar algo de lo que reírse es una forma estupenda de lidiar con una situación estresante. Pero ¿y si no hay nadie a tu alrededor que te haga reír?

En ese caso, es buena idea reírse de uno mismo. Sobre todo, si prefieres llorar, enfadarte o dar puñetazos a la pared. Reírse de uno mismo es un mecanismo de supervivencia tan bueno como llorar, gritar o dar puñetazos a la almohada.

Pero reírse de uno mismo es aún mejor porque conlleva una serie de beneficios adicionales.

Los beneficios de reírse de uno mismo

Reírse de uno mismo es una forma de humor autocrítico. Puede implicar ser excesivamente modesto, pero a menudo implica ser un poco autocrítico o incluso burlarse de uno mismo con humor.

Estudios anteriores indicaban que el autodesprecio estaba relacionado con resultados negativos como la baja autoestima y el aumento de la ansiedad. Sin embargo, algunas investigaciones sugieren que este tipo de humor puede contribuir a mejorar el bienestar emocional, siempre que se utilice de forma adecuada.

Todo el mundo comete errores, y verlos con humor puede hacer que sean más fáciles de sobrellevar.

Autoestima

Los errores forman parte de la vida, y todo el mundo tiene defectos o puntos débiles. En lugar de castigarte por las cosas que desearías que hubieran ido de otra manera, ser capaz de reírte de ellas puede ayudarte a ver el pasado (y a ti mismo) de forma más positiva.

Aunque a veces se considera que las personas con sentido del humor autocrítico son neuróticas o tienen baja autoestima, las investigaciones sugieren que tienden a ser felices, seguras de sí mismas y a estar bien adaptadas. Cuando este tipo de humor se utiliza para mantener una perspectiva humorística en situaciones difíciles, puede ayudar a mejorar el bienestar y la autoestima.

Construirás relaciones más positivas

Tener una actitud optimista nos permite expresar mejor nuestra alegría y gratitud a los demás. En parte, esto se debe a que la risa libera oxitocina, una hormona que ayuda a crear vínculos sociales, aumenta la confianza y acelera la autodivulgación. Además, la gente se siente atraída por la autenticidad, y al revelar nuestros propios defectos con humor, podemos tender puentes para que los demás también se sientan cómodos bajando la guardia. Según Cann, es a través de estas relaciones que podemos acceder al apoyo social que necesitamos cuando la vida nos lanza bolas curvas.

Serás más capaz de replantear los retos

Cuando te enfrentes a tus miedos o factores de estrés, permítete ver el potencial humorístico de la experiencia. En el trabajo, por ejemplo, podemos optar por replantear un paso en falso desde un punto de vista más humorístico, burlándonos de la situación. Reírnos de nuestra vergüenza, en lugar de sentirnos amenazados por ella, alivia nuestros nervios. Esto no quiere decir que podamos reírnos de todas las amenazas, pero según Cann, puede ayudar y, muchas veces, estos desaires no son tan graves como los imaginamos. Aprende a calibrar si se puede inyectar un poco de humor a la situación. En general, sé consciente de cómo te sientes: replantear estos desafíos puede ponernos rápidamente de buen humor, reduciendo así el estrés asociado a ellos.

Sera mas capaz de replantear los retos beneficios de reirse de uno mismo

Te ayuda a cultivar el pensamiento creativo y la capacidad de resolver problemas

Del mismo modo que reservamos tiempo para hacer footing o ir al gimnasio, sacar tiempo para disfrutar de un programa divertido en Netflix o gastar una broma a un ser querido es igual de importante para nuestro bienestar. Aunque no se trata específicamente de reírnos de nosotros mismos, muchos estudios han descubierto que las emociones positivas que recibimos al reírnos son las que nos permiten ser más flexibles, creativos y eficaces a la hora de resolver problemas. Cann recomienda prestar atención a lo que nos hace reír y exponernos regularmente a ese tipo de experiencias.

Es una gran herramienta para combatir el estrés potencial

Exponerse a algo humorístico antes de experimentar un acontecimiento estresante puede reducir su impacto negativo, y con los chistes autocríticos, tú controlas ese “algo humorístico”. Si, por ejemplo, temes la reunión del lunes, prueba a contarle un chiste sobre la situación a un amigo. Esto también funciona con otras formas de humor, así que no dudes en escuchar un podcast divertido o enviarle a tu mejor amigo un meme gracioso. Todos estos hábitos pueden hacer que te sientas más relajado y alejar la tensión de tu cuerpo. El humor es una herramienta poderosa para afrontar cualquier tipo de estrés vital, explica Cann, pero saber qué tipo de humor te gusta significa que puedes buscarlo de antemano para que actúe como amortiguador.

Aprende a usar la risa como técnica en tu propio beneficio. La risa provoca la secreción de hormonas como la adrenalina que permite la descarga de tensión, estrés, ansiedad…. y un largo etcétera, lo que te va a repercutir muy positivamente tanto física como mental.

Efectos a largo plazo

Pero la risa no es sólo un estímulo rápido. También es buena a largo plazo. La risa puede

Mejorar el sistema inmunitario

Los pensamientos negativos se manifiestan en reacciones químicas que pueden afectar al organismo, aumentando el estrés y disminuyendo la inmunidad. Por el contrario, los pensamientos positivos pueden liberar neuropéptidos que ayudan a combatir el estrés y enfermedades potencialmente más graves.

Alivia el dolor

La risa puede aliviar el dolor haciendo que el cuerpo produzca sus propios analgésicos naturales.

Aumentar la satisfacción personal

La risa también puede facilitar el afrontamiento de situaciones difíciles. También ayuda a conectar con otras personas.

Mejora el estado de ánimo

Muchas personas sufren depresión, a veces debido a enfermedades crónicas. La risa puede ayudarle a disminuir el estrés, la depresión y la ansiedad, y puede hacerle sentir más feliz. También puede mejorar tu autoestima.

Mejore su sentido del humor

¿Teme tener un sentido del humor poco desarrollado o inexistente? No se preocupe. El humor se puede aprender. De hecho, desarrollar o perfeccionar su sentido del humor puede ser más fácil de lo que cree.

No hay que preocuparse por ser “gracioso”

El cómico Paul Osincup, presidente de la AATH, dice que no hace falta ser cómico para reírse más. “El humor no es un talento, es un hábito”, afirma. Sugiere no preocuparse tanto por ser ingenioso o gracioso, sino acostumbrarse a ver el humor en las situaciones cotidianas. Por ejemplo, si se te cae el café, ríete de ello con quien estés. Aquí tienes dos frases que a Osincup le encantan: “Ahora que tengo tu atención…” o “Es mitad y mitad: Mitad en la mesa, mitad en mi regazo”.

“Todo en la vida puede ser drama, horror o comedia. ¿Con qué frecuencia lo ves como una comedia?”, dice. Un buen punto de partida: Ríe, ríe, ríe. Si encuentras algo gracioso, no te contengas y simplemente sonríe para ti mismo, sino saca un audible “¡Ja, ja!”. Esto puede parecer falso al principio, pero después de un tiempo, te soltarás y te reirás de forma natural con más frecuencia y más alto que antes, dice. “Cuanto más juegues con el humor, cada vez se te dará mejor”.

Ponga el humor en su horizonte

Busque algunos objetos sencillos, como fotos, tarjetas de felicitación o tiras cómicas, que le hagan reír. Luego cuélgalos en casa o en tu despacho, o recopílalos en un archivo o cuaderno. Ten a mano películas, programas de televisión, libros, revistas o vídeos cómicos para cuando necesites un chute de humor. Busca en Internet páginas de chistes o vídeos graciosos. Escucha podcasts humorísticos. Acude a un club de la comedia.

Ríe y el mundo reirá contigo

Encuentra la forma de reírte de tus propias situaciones y verás cómo el estrés empieza a desaparecer. Aunque al principio te parezca forzado, practica la risa. Le hace bien a tu cuerpo.

Considera la posibilidad de probar el yoga de la risa

En el yoga de la risa, la gente practica la risa en grupo. La risa es forzada al principio, pero pronto puede convertirse en risa espontánea.

Comparte una risa

Acostúmbrate a pasar tiempo con amigos que te hagan reír. Y luego devuélveles el favor compartiendo historias divertidas o chistes con los que te rodean.

Toca, toca

Eche un vistazo a la selección de libros de chistes de su librería o biblioteca local y añada a su lista algunos chistes que pueda compartir con sus amigos.

Sepa lo que no tiene gracia. No te rías a costa de los demás. Algunas formas de humor no son apropiadas. Usa tu buen juicio para discernir un buen chiste de uno malo o hiriente.

La risa es la mejor medicina

Inténtalo. Gira las comisuras de los labios hacia arriba en forma de sonrisa y luego suelta una carcajada, aunque parezca un poco forzada. Una vez que te hayas reído, haz balance de cómo te sientes. ¿Tienes los músculos menos tensos? ¿Te sientes más relajado o animado? Esa es la maravilla natural de reírse en el trabajo.

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