El perdón suele definirse como una decisión deliberada de dejar de lado los sentimientos de ira, resentimiento y retribución hacia alguien que crees que te ha hecho daño. Sin embargo, mientras que usted puede ser bastante generoso en su capacidad de perdonar a los demás, puede ser mucho más duro consigo mismo.
Todo el mundo comete errores, pero aprender a aprender de estos errores, dejarlos atrás, seguir adelante y perdonarse a sí mismo es importante para la salud mental y el bienestar. Aprenda más sobre por qué el autoperdón puede ser beneficioso y explore algunos pasos que pueden ayudarle a mejorar el perdón de sus propios errores.
Por qué deberías perdonar
Por muchas razones, puedes sentir que es demasiado difícil perdonar a otros que te han herido profundamente. Puede que sientas que esa persona no es digna de tu perdón. Tal vez temes que al perdonar a alguien parezca que estás excusando sus acciones ilícitas.
El perdón puede ser especialmente difícil cuando nunca recibes las disculpas que te mereces. Es posible que la persona que te ha hecho daño ni siquiera esté arrepentida de lo que ha hecho. En otras circunstancias, la persona a la que necesitas perdonar puede haber fallecido, lo que puede dificultar aún más el cierre.
Teniendo en cuenta todos estos retos, puede que te preguntes por qué deberías perdonar.
En primer lugar, el perdón nos libera. Cuando nos aferramos a la rabia, el dolor y el resentimiento asociados a lo que otra persona nos hizo, seguimos permitiendo que cause daño en nuestras vidas. Puede que la persona se haya ido hace tiempo de tu vida, pero la rabia que sientes en tu interior aún permanece. Pasarán los años y seguirás aferrándote a esos sentimientos negativos. El perdón puede ser una forma poderosa de dejar ir el dolor que la otra persona causó. No se trata de excusar a una persona por su comportamiento cruel o insensible. Más bien, el perdón consiste en esforzarse por vivir una vida más sana y dejar atrás las acciones molestas de los demás.
Piensa en cómo tu ira y tu resentimiento pueden estar afectando a tus relaciones. Puede descubrir que cuando perdona a los demás está más abierto a la confianza, el amor y la aceptación en sus relaciones actuales.
El perdón también alivia el estrés, la ira y el resentimiento, sentimientos que se sabe que afectan negativamente al cuerpo y a la mente. Las investigaciones han determinado que controlar el estrés y la ira puede ayudar a conciliar el sueño, reducir la ansiedad y mejorar la salud y el bienestar general. En general, el perdón proporciona una oportunidad para un gran crecimiento personal y te abre a relaciones más ricas y satisfactorias.
Beneficios
El axioma estándar dentro de la psicología ha sido que el perdón es algo bueno y que transmite una serie de beneficios, tanto si se ha experimentado un pequeño desaire como si se ha sufrido un agravio mucho más grave. Esto incluye tanto el perdón a los demás como a uno mismo.
Salud mental
Dejar ir y ofrecerse a sí mismo el perdón puede ayudar a aumentar sus sentimientos de bienestar y mejorar la imagen de sí mismo. Numerosos estudios han demostrado que cuando las personas practican el autoperdón, experimentan menores niveles de depresión y ansiedad. Asimismo, la autocompasión se asocia con mayores niveles de éxito, productividad, enfoque y concentración.
Salud física
El acto de perdonar también puede tener un impacto positivo en su salud física. Las investigaciones muestran que el perdón puede mejorar los niveles de colesterol, reducir el dolor corporal y la presión arterial, y disminuir el riesgo de un ataque al corazón.
Relaciones
Tener una actitud compasiva y de perdón hacia uno mismo es también un componente crítico de las relaciones exitosas. Ser capaz de forjar vínculos emocionales estrechos con otras personas es importante, pero también lo es la capacidad de reparar esos vínculos cuando se vuelven tensas o se dañan.
Desafíos
Entonces, ¿qué es lo que hace que el autoperdón sea a veces tan difícil? ¿Por qué las personas siguen castigándose y reprendiéndose por errores relativamente menores? Llevar a cabo acciones que no están en consonancia con nuestros propios valores o creencias puede conducir a sentimientos de culpa y arrepentimiento, o peor aún, al odio hacia uno mismo.
Algunas personas son naturalmente más propensas a la rumiación, lo que puede facilitar la permanencia de sentimientos negativos. El hecho de que el autoperdón implique el reconocimiento de las malas acciones y la admisión de que es necesario cambiar puede hacer que el proceso sea más difícil.
Por último, a las personas que aún no están preparadas para cambiar les puede resultar más difícil perdonarse a sí mismas. En lugar de admitir que podrían necesitar cambiar, podrían participar en una especie de pseudoperdón al simplemente pasar por alto o excusar su comportamiento.
Posibles inconvenientes
Aunque el autoperdón se considera generalmente una acción positiva que puede ayudar a restaurar el sentido de sí mismo, también hay investigaciones que indican que a veces puede tener un efecto perjudicial. El principal escollo del autoperdón es que a veces puede reducir la empatía por aquellos que han sido heridos por tus acciones.
Aunque el autoperdón a menudo alivia los sentimientos de culpa, hay veces que este enfoque interno puede dificultar la identificación con los demás. Se puede evitar esto practicando conscientemente la empatía con los que se han visto afectados por sus acciones.
Cómo perdonarse a sí mismo
El autoperdón no consiste en librarse de los problemas ni es un signo de debilidad. El acto de perdonar, tanto si te perdonas a ti mismo como si perdonas a alguien que te ha hecho daño, no sugiere que estés aprobando el comportamiento.
El perdón significa que se acepta el comportamiento, se acepta lo que ha sucedido y se está dispuesto a dejarlo atrás y a seguir adelante con la vida sin rumiar acontecimientos pasados que no pueden cambiarse. Un enfoque terapéutico del autoperdón sugiere que cuatro acciones clave pueden ser útiles.
Aceptar la responsabilidad
Perdonarse a sí mismo es algo más que dejar atrás el pasado y seguir adelante. Se trata de aceptar lo que ha sucedido y mostrar compasión hacia uno mismo.
Afrontar lo que has hecho o lo que ha pasado es el primer paso hacia el autoperdón. También es el paso más difícil. Si has estado poniendo excusas, racionalizando o justificando tus acciones para que parezcan aceptables, es hora de enfrentarte y aceptar lo que has hecho.
Expresar el remordimiento
Como resultado de la asunción de responsabilidades, es posible que experimentes una serie de sentimientos negativos, como la culpa y la vergüenza. Cuando has hecho algo malo, es completamente normal, incluso saludable, sentirse culpable por ello. Estos sentimientos de culpa y remordimiento pueden servir de trampolín para un cambio de comportamiento positivo.
Mientras que la culpa implica que eres una buena persona que hizo algo malo, la vergüenza hace que te veas como una mala persona. Esto puede hacer aflorar sentimientos de inutilidad que, si no se resuelven, pueden conducir a la adicción, la depresión y la agresividad.
Comprende que cometer errores de los que te sientes culpable no te convierte en una mala persona ni socava tu valor intrínseco.
Reparar el daño y restablecer la confianza
Enmendar las cosas es una parte importante del perdón, incluso cuando la persona a la que se perdona es uno mismo. Al igual que no perdonas a otra persona hasta que te haya compensado de alguna manera, es más probable que el perdón a ti mismo se mantenga cuando sientas que te lo has ganado.
Una forma de superar el sentimiento de culpa es tomar medidas para rectificar tus errores. Pide disculpas si es necesario y busca formas de compensar a quien has herido.
Puede parecer que esta parte del proceso sólo beneficia a la persona a la que has hecho daño, pero también hay algo para ti. Arreglar tu error significa que nunca tendrás que preguntarte si podrías haber hecho más.
Centrarse en la renovación
Todo el mundo comete errores y tiene cosas de las que se arrepiente o se lamenta. Caer en la trampa de la rumiación, el odio a uno mismo o incluso la lástima puede ser perjudicial y dificultar el mantenimiento de la autoestima y la motivación.
Perdonarse a sí mismo suele requerir encontrar una forma de aprender de la experiencia y crecer como persona. Para ello, es necesario entender por qué te comportaste de esa manera y por qué te sientes culpable. ¿Qué medidas puedes tomar para evitar que se repitan los mismos comportamientos en el futuro? Sí, puede que hayas metido la pata, pero ha sido una experiencia de aprendizaje que puede ayudarte a tomar mejores decisiones en el futuro.
Limitaciones
Aunque el autoperdón es una práctica poderosa, es importante reconocer que este modelo no está destinado a las personas que se culpan injustamente de algo de lo que no son responsables.
Las personas que han sufrido abusos, traumas o pérdidas, por ejemplo, pueden sentir vergüenza y culpa, aunque no hayan tenido ningún control. Esto puede ser particularmente cierto cuando las personas sienten que deberían haber sido capaces de predecir, y por lo tanto evitar, un resultado negativo (un ejemplo de lo que se conoce como el sesgo retrospectivo).
El Objetivo del Taller es: Aceptar que el perdón es una decisión voluntaria que lleva a la felicidad. La felicidad un camino por construir.
*Fomentar el servicio continuo sin esperar nada a cambio.
*No fomentar el egoísmo y el materialismo.
*Enseña lo valioso que es vivir.
Aprender a perdonar cuando se tiene ansiedad
Perdonar a quienes te han hecho daño no siempre es lo más fácil de hacer. Sin embargo, cuando aprendes a perdonar a los demás, te estás liberando de la ira y la negatividad que te une a esa persona. El perdón puede ayudarte a liberar sentimientos profundos de tristeza y resentimiento. También puede ayudarte a dejar atrás los pensamientos negativos que suelen contribuir a la ansiedad y la depresión. Te mereces liberarte del dolor causado por otra persona. Aprende a dejar ir y a aceptar el pasado tal y como fue y abraza tu vida tal y como es hoy.
Practica estas actividades para poder perdonar
Si te sientes preparado para perdonar, puede que te preguntes por dónde empezar. Es importante tener en cuenta que el perdón es un proceso que puede llevar tiempo y esfuerzo. Le sugiero que empiece poco a poco. Por ejemplo, intente empezar a perdonar primero a aquellos que sólo cometen ofensas menores, como alguien que le corta el paso en el tráfico. Dando estos pequeños pasos puedes empezar a abrir tu corazón a mayores actos de perdón.
A continuación, se enumeran algunas formas de empezar a perdonar a los demás. Pruebe estas actividades y vea si pueden ayudarle en su viaje hacia el perdón.
Utilice la técnica de detención de pensamientos
Es posible que te obsesiones con acontecimientos pasados que te han hecho daño. Repasar una y otra vez estos acontecimientos en tu mente puede aumentar los sentimientos de ansiedad y depresión. Utiliza la técnica de detención de pensamientos, en la que sustituyes un pensamiento negativo por algo más positivo y realista cada vez que experimentas pensamientos negativos o distorsionados repetidos, para trabajar hacia la aceptación.
Busca las lecciones
Cambia tu percepción sobre cómo te han herido. ¿Aprendiste algo sobre ti mismo a través de esta experiencia? A veces nuestras experiencias más dolorosas pueden enseñarnos valiosas lecciones de vida, haciéndonos más fuertes y más perspicaces a través de ellas.
Escribe sobre lo que sientes
Una de las formas más poderosas de trabajar con las emociones es escribir un diario. La escritura te proporciona un lugar seguro y sin censura en el que puedes explorar los muchos aspectos de tu experiencia, seguir tu proceso de perdón y descubrir las muchas capas de emociones. Cuando escribas en tu diario, trata de equilibrar lo que te interesa. En lugar de escribir sólo sobre lo que te enfada, incluye también aquello por lo que estás agradecido hoy. Escribir un diario puede ser una forma positiva de empezar a sanar.
Prepara una carta
Es comprensible que tengas muchos sentimientos de ira hacia la persona que te hirió. Saca estos sentimientos escribiendo una carta a la persona. Hazle saber con detalle todas las formas en que te ha herido y cómo te has sentido al respecto. Sé lo más honesto posible, liberando todas tus emociones reprimidas en el papel. Hazle saber que has decidido perdonarle. Incluso puedes explicar por qué perdonas, como por ejemplo escribir: “Te perdono porque no quiero seguir aferrándome al dolor que me has causado”. Una vez que tu carta esté completa, rómpela en pedazos. Esta actividad te permitirá liberar las emociones que necesitabas expresar y luego dejarlas ir.