Los estilos de crianza son constructos que se utilizan para describir las diferentes estrategias que los padres tienden a utilizar al criar a sus hijos. Estos estilos abarcan los comportamientos y actitudes de los padres y el entorno emocional en el que crían a sus hijos.
Los psicólogos del desarrollo han estado interesados durante mucho tiempo en cómo los padres afectan el desarrollo infantil. Sin embargo, es muy difícil encontrar vínculos reales de causa y efecto entre acciones específicas de los padres y el comportamiento posterior de los niños.
Algunos niños criados en entornos dramáticamente diferentes pueden llegar a tener personalidades notablemente similares. Por el contrario, los niños que comparten un hogar y se crían en el mismo entorno pueden llegar a tener personalidades muy diferentes.
A pesar de estos desafíos, los investigadores han postulado que existen vínculos entre los estilos de crianza y los efectos que estos estilos tienen en los niños. Y algunos sugieren que estos efectos se trasladan al comportamiento adulto.
Los cuatro estilos de crianza
En la década de 1960, la psicóloga Diana Baumrind realizó un estudio con más de 100 niños en edad preescolar. Utilizando observación naturalista, entrevistas con padres y otros métodos de investigación, identificó dimensiones importantes de la crianza de los hijos.
Estas dimensiones incluyen estrategias disciplinarias, calidez y cariño, estilos de comunicación y expectativas de madurez y control. Basándose en estas dimensiones, Baumrind sugirió que la mayoría de los padres muestran uno de tres estilos de crianza diferentes. Investigaciones posteriores realizadas por Maccoby y Martin sugirieron agregar un cuarto estilo de crianza. Cada uno de ellos tiene efectos diferentes en el comportamiento de los niños.
Los cuatro estilos de crianza identificados por Baumrind y otros investigadores son:
- Estilo de crianza autoritario.
- Estilo de crianza autoritario.
- Estilo de crianza permisivo.
- Estilo de crianza no involucrado.
Crianza autoritaria
En este estilo de crianza, se espera que los niños sigan reglas estrictas establecidas por los padres. No hacerlo suele acarrear un castigo. Los padres autoritarios tampoco explican el razonamiento detrás de estas reglas. Si se le pide que explique, el padre podría simplemente responder: “Porque yo lo dije”.
Otras características comunes incluyen:
- Si bien estos padres tienen grandes exigencias, no son muy receptivos con sus hijos.
- Esperan que sus hijos se comporten excepcionalmente y no cometan errores, pero les dan poca dirección sobre lo que deben hacer o evitar en el futuro.
- Los errores son castigados, a menudo con bastante dureza, pero sus hijos a menudo se quedan preguntándose exactamente qué hicieron mal.
Baumrind dice que estos padres “están orientados a la obediencia y al estatus, y esperan que sus órdenes sean obedecidas sin explicación”. A menudo se los describe como dominantes y dictatoriales. Su enfoque es “evitar la vara, malcriar al niño”. Esperan que los niños obedezcan sin cuestionar.
Efectos de la paternidad autoritaria
Los estilos de crianza autoritarios generalmente conducen a niños obedientes y competentes, pero también pueden conducir a una mayor ansiedad, una menor autosuficiencia y una reducción de la motivación intrínseca. También es más probable que los niños mientan para evitar el castigo.
Crianza autoritaria
Al igual que los padres autoritarios, aquellos con un estilo de crianza autoritario establecen reglas y pautas que se espera que sigan sus hijos. Sin embargo, este estilo de crianza es mucho más democrático.
Aquí hay algunas características comunes del estilo de crianza autoritario:
- Los padres autoritarios son receptivos con sus hijos y están dispuestos a escuchar las preguntas.
- Estos padres esperan mucho de sus hijos, pero también les brindan calidez, retroalimentación y apoyo adecuado.
- Cuando los niños no cumplen con las expectativas, estos padres son más cariñosos y perdonadores que castigadores.
Según Baumrind, los padres autoritarios son buenos estableciendo normas y controlando el comportamiento de sus hijos. Sus métodos disciplinarios son asertivos y de apoyo en lugar de intrusivos, restrictivos o punitivos.
Para los padres autoritarios, el objetivo es criar hijos que sean socialmente responsables, cooperativos y autorregulados. La combinación de expectativas y apoyo ayuda a los hijos de padres autoritarios a desarrollar habilidades como la independencia, el autocontrol y la autorregulación.
Efectos de la crianza autoritaria
Los estilos de crianza autoritarios tienden a dar como resultado niños felices, capaces y exitosos. Los estudios también muestran que estos niños suelen tener niveles más altos de satisfacción con la vida cuando crecen.
Crianza permisiva
Los padres permisivos, a veces denominados padres indulgentes, exigen muy pocas cosas a sus hijos. Estos padres rara vez disciplinan a sus hijos porque tienen expectativas relativamente bajas de madurez y autocontrol.
Otras características comunes de la crianza permisiva son:
- Los padres permisivos priorizan ser amigos de sus hijos antes que ser padres.
- Son cálidos y atentos, pero tienden a establecer pocas reglas, rara vez las hacen cumplir y tienen pocas expectativas.
- Permiten que sus hijos tomen sus propias decisiones.
Según Baumrind, los padres permisivos son receptivos con sus hijos, pero no exigentes. Debido a que no esperan un comportamiento maduro de sus hijos, es posible que a los niños les cueste establecer límites.
Los padres permisivos generalmente son cariñosos y comunicativos con sus hijos, asumiendo a menudo el estatus de amigos más que de padres. El lado positivo es que esto puede ayudar a los niños a ser más autosuficientes e independientes. El lado negativo es que puede contribuir a una autorregulación deficiente.
Efectos de la crianza permisiva
La crianza permisiva a menudo da como resultado niños con niveles bajos de felicidad y autorregulación. Estos niños tienen más probabilidades de participar en conductas de alto riesgo y tienden a tener malos resultados en la escuela.
Crianza no involucrada
Además de los tres estilos principales introducidos por Baumrind, los psicólogos Eleanor Maccoby y John Martin propusieron un cuarto estilo: paternidad negligente o no involucrada. Un estilo de crianza no involucrado se caracteriza por pocas exigencias, poca capacidad de respuesta y muy poca comunicación.
Otras características del estilo de crianza no involucrado incluyen:
- Si bien estos padres satisfacen las necesidades básicas del niño, generalmente están alejados de la vida de su hijo.
- Podrían asegurarse de que sus hijos reciban alimentación y refugio, pero ofrecen poco o nada en cuanto a orientación, estructura, reglas o incluso apoyo.
- Estos padres pueden parecer indiferentes, indiferentes y desdeñosos.
En algunos casos, estos padres pueden rechazar o descuidar las necesidades de sus hijos. También pueden ser abusivos física o emocionalmente.
Un estudio de 2019 encontró que los niños criados por padres negligentes tienden a tener dificultades en la escuela, experimentar más depresión, tener peores relaciones sociales, tener dificultades para controlar sus emociones y experimentar más ansiedad.
Efectos de una crianza no involucrada
Los estilos de crianza no involucrados ocupan el lugar más bajo en todos los ámbitos de la vida. Estos niños tienden a carecer de autocontrol, tienen mayores índices de delincuencia y menor autosuficiencia.
El impacto de los estilos de crianza
Las investigaciones sugieren que los estilos de crianza pueden tener una variedad de efectos en los niños. Algunas áreas de la vida de un niño que pueden verse afectadas, ya sea en el presente o en el futuro, incluyen:
Académico
Los estilos de crianza pueden desempeñar un papel en el rendimiento académico y la motivación.
Salud mental
Los estilos de crianza también pueden influir en el bienestar mental de los niños. Los niños criados por padres autoritarios, permisivos o no involucrados tienden a experimentar más ansiedad, depresión y otros problemas de salud mental.
Autoestima
Los niños criados por padres con un estilo autoritario tienden a tener una autoestima más fuerte que los niños criados por padres con otros estilos.
Relaciones sociales
Los estilos de crianza pueden afectar la forma en que los niños se relacionan con otras personas. Por ejemplo, los niños criados por padres permisivos tienen más probabilidades de ser acosados, mientras que los niños criados por padres autoritarios tienen más probabilidades de acosar a otros.
Relaciones adultas
Los investigadores también han descubierto que los niños criados por padres estrictos y autoritarios pueden tener más probabilidades de experimentar abuso emocional en las relaciones románticas adultas.
Mezclar estilos de crianza
Los estilos de crianza de cada uno de los padres también se combinan para crear una combinación única en cada familia. Por ejemplo, la madre puede mostrar un estilo autoritario, mientras que el padre favorece un enfoque más permisivo. A veces, esto puede generar señales contradictorias.
Para crear un enfoque cohesivo en la crianza de los hijos, los padres deben aprender a cooperar y combinar sus estilos de crianza únicos.
Ventajas de la crianza autoritaria
Debido a que es más probable que los padres autoritarios sean vistos como razonables, justos y equitativos, es más probable que sus hijos cumplan con las solicitudes de sus padres. Además, debido a que estos padres proporcionan reglas y explicaciones para estas reglas, es mucho más probable que los niños interioricen estas lecciones.
En lugar de simplemente seguir las reglas porque temen el castigo (como lo harían en el caso de padres autoritarios), los hijos de padres autoritarios son capaces de ver por qué existen las reglas, comprender que son justas y aceptables y esforzarse por seguirlas para satisfacer sus necesidades. propio sentido interiorizado de lo que está bien y lo que está mal.
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¿Puedes cambiar tu estilo de crianza?
Si nota que tiende a ser más autoritario, permisivo o poco involucrado, hay pasos que puede seguir para adoptar un estilo de crianza más autoritario. Las estrategias que pueden ayudar incluyen:
Escuche
Dedique tiempo a escuchar lo que su hijo tiene que decir. Permítales compartir sus opiniones, ideas y preocupaciones con usted.
Establezca reglas
Cree un conjunto claro de reglas para su hogar y comunique sus expectativas a su hijo. Además de decirle a su hijo cuáles son las reglas, explíquele por qué existen.
Considere las opiniones de su hijo
Los padres autoritarios establecen las reglas, pero también están dispuestos a escuchar los sentimientos de sus hijos y considerarlos al tomar decisiones.
Sea coherente
Haga cumplir las reglas de forma coherente, pero asegúrese de ofrecer consecuencias que sean justas, proporcionadas y educativas.
Desarrollar un estilo de crianza más autoritario lleva tiempo. Sin embargo, con práctica y esfuerzo constante, descubrirá que su enfoque de crianza cambia gradualmente hacia un enfoque más participativo y de apoyo que puede conducir a mejores resultados de desarrollo.
Limitaciones de la investigación sobre el estilo de crianza
Los vínculos entre los estilos de crianza y el comportamiento se basan en investigaciones correlacionales, que son útiles para encontrar relaciones entre variables. Sin embargo, dicha investigación no puede establecer relaciones definitivas de causa y efecto.
Si bien hay evidencia de que un estilo de crianza particular está vinculado a un patrón de comportamiento específico, otras variables, como el temperamento del niño, también pueden desempeñar un papel importante.
Los niños pueden afectar los estilos de sus padres
También hay evidencia de que el comportamiento de un niño puede afectar los estilos de crianza. Un estudio encontró que cuando un niño se porta mal, la respuesta de los padres tiende a ser más variable. Una interpretación de este resultado es que los niños podrían comportarse mal no porque sus padres fueran demasiado permisivos sino porque los padres de niños difíciles o agresivos renunciaron a intentar controlarlos. sus niños.
Los resultados varían
Las correlaciones entre los estilos y comportamientos de crianza son a veces débiles, por lo que los resultados esperados en los niños no se materializan. Por ejemplo, los padres con estilos autoritarios pueden tener hijos desafiantes o con conductas delictivas. Los padres con estilos permisivos también pueden tener hijos seguros de sí mismos y académicamente exitosos.
Los factores culturales juegan un papel
Los factores culturales también desempeñan un papel importante en los estilos de crianza y los resultados de los niños. No existe un estilo universal de crianza que sea siempre mejor. Por ejemplo, si bien la paternidad autoritaria se asocia con un menor rendimiento académico, este efecto es menos pronunciado en las familias hispanas.
Conclusión
Los estilos de crianza están asociados con diferentes resultados en los niños, y el estilo autoritario generalmente está vinculado con comportamientos positivos como una fuerte autoestima y autocompetencia. Sin embargo, otros factores importantes (como la cultura, el temperamento de los niños, las percepciones de los niños sobre el trato de sus padres y las influencias sociales) también desempeñan un papel importante en el comportamiento de los niños.
Comprender más sobre su estilo de crianza puede ayudarlo a explorar diferentes enfoques para criar a sus hijos. Si nota que tiende a tener un enfoque más estricto, indulgente o desdeñoso, hay pasos que puede seguir para involucrarse más y ser más autoritario en la forma en que se relaciona con sus hijos.