El término trastorno del sueño abarca una amplia gama de afecciones y síntomas, pero los trastornos del sueño pueden dividirse en varios tipos.

Los trastornos del sueño primarios no están causados por otra afección médica o psicológica.

Los trastornos del sueño secundarios son el resultado de otro problema médico, como depresión, problemas de tiroides, derrame cerebral, artritis o asma.

Disomnia

Las disomnias son un grupo de trastornos del sueño que afectan al ritmo, la calidad o la cantidad de sueño.

¿Por qué el sueño es importante para mi salud?

Los médicos recomiendan que los adultos intenten dormir entre siete y nueve horas por noche. Esta recomendación puede no ser adecuada para todo el mundo, ya que algunas personas pueden necesitar dormir más o menos.

No dormir lo suficiente provoca algo más que somnolencia durante el día. La falta de sueño puede causar:

  • Irritabilidad.
  • Tiempos de reacción lentos.
  • Dificultad para tomar decisiones.
  • Trastornos del aprendizaje en los niños.
  • Depresión.
  • Deterioro de la memoria.
  • Cambios de personalidad.
  • Obesidad.
  • Diabetes.
  • Cardiopatías.

Establecer buenos hábitos de sueño puede ayudar. Recuerde que existen tratamientos contra los trastornos del sueño para muchos tipos diferentes de disomnia.

Síntomas de las disomnia

Si padece disomnia, los síntomas que experimenta pueden variar en función del tipo de trastorno del sueño que padezca. Estos son algunos de los síntomas más comunes de las disomnias:

  • Dificultad para conciliar el sueño cuando se supone que debe hacerlo.
  • Tardar regularmente más de 30 minutos en dormirse por la noche.
  • Dificultad para despertarse por la mañana.
  • Despertarse varias veces cada noche y tener dificultades para volver a dormirse.
  • Despertarse demasiado pronto por la mañana y no poder volver a dormirse.
  • Despertarse cansado, como si no hubiera dormido nada.
  • Sentir mucho sueño durante el día.
  • Dormir siestas frecuentes durante el día.
  • Dormirse en momentos inadecuados durante el día, a veces mientras come, habla o conduce.
  • Roncar fuerte mientras duerme o emitir otros sonidos como resoplidos, jadeos o ahogos.
  • Dejar de respirar durante breves periodos de tiempo mientras duerme.
  • Experimentar incómodas sensaciones de hormigueo, arrastramiento u hormigueo en las extremidades al atardecer o por la noche cuando intenta dormir.
  • Sacudidas o espasmos de brazos o piernas mientras duermes.
  • Despertarse por la noche para comer, a veces varias veces por noche.
  • Tener un ciclo de sueño irregular que no coincide con el de la mayoría de las personas.
  • Sentirse estresado y deprimido.
  • Sentirse irritable, ansioso o impaciente.
  • Experimentar dolores de cabeza, niebla cerebral, problemas de memoria y dificultad para concentrarse durante el día.
  • Dificultades en las relaciones, el trabajo, los estudios y las obligaciones sociales.

Tipos de trastornos del sueño

Los trastornos del sueño, también conocidos como trastornos del sueño-vigilia, incluyen más de 80 afecciones diferentes con síntomas variados. Las disomnias son un grupo de trastornos del sueño. Para comprender qué tipos de afecciones se agrupan bajo las disomnias, puede ser útil entender cómo se clasifican los distintos tipos de trastornos del sueño.

A grandes rasgos, los trastornos del sueño se clasifican en dos tipos:

Trastornos primarios del sueño

Estos trastornos no están causados por ninguna otra enfermedad.

Trastornos secundarios del sueño

Estos trastornos están causados por otros problemas de salud, como depresión, ictus, artritis, asma o problemas de tiroides.

Los trastornos primarios del sueño se dividen a su vez en dos tipos:

Trastornos secundarios del sueño disomnia

Parasomnias

Las parasomnias se caracterizan por actividades anormales durante el sueño, como sonambulismo o terrores nocturnos.

Disomnias

Estos trastornos se caracterizan por la dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido. Los síntomas más comunes son la sensación de inquietud y la somnolencia extrema durante el día.

Tipos de disomnias

Las disomnias pueden clasificarse a grandes rasgos en tres tipos:

Trastornos intrínsecos del sueño

Estas disomnias están causadas por una disfunción interna que afecta a la capacidad de dormir.

Trastornos extrínsecos del sueño

Estas disomnias están causadas por factores externos que afectan al sueño, como el entorno o los hábitos de salud.

Trastornos del ritmo circadiano del sueño

Estas disomnias están causadas por horarios irregulares que interfieren con el reloj interno del cuerpo, o ritmo circadiano.

Trastornos intrínsecos del sueño

Las disomnias intrínsecas incluyen:

Insomnio

El insomnio puede dificultar conciliar el sueño o permanecer dormido, haciendo que permanezca despierto por la noche, se despierte demasiado pronto o se sienta cansado al despertarse. Suele estar causado por estrés o trastornos emocionales.

Narcolepsia

La narcolepsia es una enfermedad neurológica que puede interferir con la capacidad del cerebro para controlar los ciclos de sueño-vigilia. Es posible que te sientas descansado al despertarte, pero luego te sientas muy somnoliento durante el día, lo que puede hacer que te quedes dormido mientras hablas, comes o conduces. Algunas personas con narcolepsia también se despiertan con frecuencia por la noche.

Hipersomnia

La hipersomnia se caracteriza por una somnolencia diurna extrema que puede hacer que le resulte difícil mantenerse despierto y alerta durante el día, a pesar de haber dormido lo suficiente por la noche.

Apnea obstructiva del sueño (AOS)

La apnea obstructiva del sueño es una afección en la que la respiración se interrumpe temporalmente mientras se duerme, debido a la obstrucción o estrechamiento de las vías respiratorias de la garganta. Esta afección suele caracterizarse por fuertes ronquidos, aunque no todas las personas que roncan padecen necesariamente apnea del sueño.

Síndrome de las piernas inquietas (SPI)

También conocido como enfermedad de Willis-Ekbom, el síndrome de las piernas inquietas se caracteriza por sensaciones incómodas en la pierna que van acompañadas de un fuerte impulso de moverlas. Los síntomas suelen empezar a manifestarse a última hora de la tarde o por la noche y son más intensos por la noche, lo que dificulta conciliar el sueño o volver a dormirse si se despierta durante la noche.

En la actualidad son cientos de personas a nivel mundial que sufren algun trastorno del sueño como el insomnio, la somnolencia, la narcolepxia, entre otros… Es fundamental cuidar nuestra salud y por eso es importante que pongas fin a esas noches en vela sin poder conciliar el sueño.

El código que conocerás a continuación te enseñara el paso a paso para adquirir mejores hábitos, antes, durante y después de dormir. Sin duda alguna te sentirás más revitalizado, con mucha más energía y con toda la actitud para el día a día.

Trastorno de movimientos periódicos de las extremidades 

Este trastorno se caracteriza por movimientos frecuentes e involuntarios de las extremidades durante el sueño, lo que dificulta un sueño reparador. Los brazos y las piernas pueden sacudirse, crisparse o flexionarse varias veces por minuto durante varias horas seguidas mientras duermes.

Trastornos extrínsecos del sueño

Las disomnias extrínsecas incluyen:

Mala higiene del sueño

La higiene del sueño implica mantener hábitos saludables en torno al sueño, como acostarse a la misma hora todos los días, evitar las pantallas electrónicas antes de acostarse y mantener la habitación oscura, silenciosa y fresca. Las investigaciones demuestran que una higiene del sueño deficiente puede afectar a la calidad del sueño.

Síndrome de alimentación nocturna 

El síndrome de alimentación nocturna puede aparecer junto con el insomnio. Puede hacer que te despiertes varias veces por la noche para comer, haciendo que sientas que no puedes volver a dormirte a menos que comas algo. Esta afección está relacionada con un mayor riesgo de obesidad, diabetes e hipertensión.

Trastornos del sueño del ritmo circadiano

Las disomnias del ritmo circadiano incluyen:

Trastorno del sueño por turnos de trabajo

El trastorno del sueño por turnos de trabajo suele afectar a las personas que trabajan en horarios irregulares, como los turnos de noche o los turnos rotatorios. El reloj interno del cuerpo tiene dificultades para adaptarse a los horarios irregulares, lo que provoca problemas para conciliar el sueño, permanecer dormido o dormir a la hora deseada.

Trastorno por desfase horario

Viajar a través de más de dos zonas horarias puede alterar el ritmo circadiano, haciendo que te sientas desubicado, sufras dolores de cabeza y tengas dificultades para adaptarte a los ritmos circadianos del nuevo lugar en el que te encuentras. Los síntomas pueden durar unos días o semanas hasta que puedas regularizar tu horario de sueño.

Síndrome de la fase de sueño retrasada 

Esta afección suele afectar a los adolescentes y hace que se acuesten unas horas más tarde de lo habitual, lo que les dificulta despertarse a tiempo por la mañana. Los adolescentes con esta afección suelen describirse a sí mismos como “búhos nocturnos” y están más alerta durante las últimas horas de la tarde o la noche que durante el día.

Síndrome de la fase avanzada del sueño 

Esta afección puede hacer que se acueste y se despierte antes que la mayoría de las personas. Puede tener problemas para mantenerse despierto por la noche y dificultades para volver a dormirse una vez que se ha despertado temprano por la mañana.

Trastorno de sueño-vigilia no 24 horas 

Las personas con esta afección tienen la misma duración de tiempo de sueño al día, pero su reloj interno es más corto o más largo que 24 horas, por lo que su ritmo circadiano varía en una o dos horas al día. Dado que la percepción de la luz desempeña un papel fundamental en la regulación de los ritmos circadianos, la mayoría de las personas con trastorno del sueño-vigilia sin 24 horas son totalmente ciegas.

Disomnia vs. parasomnia

Aunque tanto las disomnias como las parasomnias son grupos de trastornos del sueño, existen diferencias clave entre ambos. Las disomnias provocan somnolencia excesiva o dificultad para conciliar el sueño y permanecer dormido. Las parasomnias también provocan una reducción de la cantidad de sueño y un sueño de mala calidad. Sin embargo, las parasomnias van acompañadas de comportamientos y acciones físicas no deseadas.

Las parasomnias comunes incluyen:

  • Sonambulismo.
  • Terrores del sueño.
  • Trastorno del comportamiento REM durante el sueño.
  • Micción durante el sueño.

Síntomas de las disomnias

Si padece disomnia, los síntomas que experimenta pueden variar en función del tipo de trastorno del sueño que padezca. Estos son algunos de los síntomas más comunes de las disomnias:

  • Dificultad para conciliar el sueño cuando se supone que debe hacerlo.
  • Tardar regularmente más de 30 minutos en dormirse por la noche.
  • Dificultad para despertarse por la mañana.
  • Despertarse varias veces cada noche y tener dificultades para volver a dormirse.
  • Despertarse demasiado pronto por la mañana y no poder volver a dormirse.
  • Despertarse cansado, como si no hubiera dormido nada.
  • Sentir mucho sueño durante el día.
  • Dormir siestas frecuentes durante el día.
  • Dormirse en momentos inadecuados durante el día, a veces mientras come, habla o conduce.
  • Roncar fuerte mientras duerme o emitir otros sonidos como resoplidos, jadeos o ahogos.
  • Dejar de respirar durante breves periodos de tiempo mientras duerme.
  • Experimentar incómodas sensaciones de hormigueo, arrastramiento u hormigueo en las extremidades al atardecer o por la noche cuando intenta dormir.
  • Sacudidas o espasmos de brazos o piernas mientras duermes.
  • Despertarse por la noche para comer, a veces varias veces por noche.
  • Tener un ciclo de sueño irregular que no coincide con el de la mayoría de las personas.
  • Sentirse estresado y deprimido.
  • Sentirse irritable, ansioso o impaciente.
  • Experimentar dolores de cabeza, niebla cerebral, problemas de memoria y dificultad para concentrarse durante el día.
  • Dificultades en las relaciones, el trabajo, los estudios y las obligaciones sociales.

Diagnóstico de las disomnias

Los profesionales sanitarios, como los especialistas del sueño, pueden diagnosticar las disomnias:

  • Entrevistándole e indagando sobre sus síntomas.
  • Revisando su historial médico personal y familiar.
  • Realizando un examen físico.
  • Realizando un estudio del sueño (polisomnograma) para controlar diversos parámetros biológicos mientras usted duerme.

Tratamiento de las disomnias

El tratamiento que le recomiende su médico puede variar en función del tipo de disomnia que padezca. Las opciones de tratamiento pueden incluir:

  • Terapia cognitivo-conductual para reducir su ansiedad a la hora de conciliar el sueño.
  • Ejercicios de relajación para ayudarle a controlar el estrés.
  • Terapia con luz brillante, especialmente por las mañanas, para ayudar a reajustar el reloj interno.
  • Uso de una máquina CPAP (presión positiva continua en las vías respiratorias), si padece apnea del sueño.
  • Medicamentos, como somníferos, que suelen recetarse para un uso a corto plazo.
  • Suplementos, como la melatonina, que ayudan a algunas personas, pero que también se recomiendan sólo a corto plazo.
  • Buenos hábitos de higiene del sueño.
  • Una dieta equilibrada y nutritiva y un estilo de vida activo.

Las disomnias son un grupo de trastornos del sueño. Si padece uno o varios de estos trastornos, es posible que se sienta cansado, irritable e incapaz de funcionar durante el día. Con el tiempo, es posible que su trabajo, sus estudios, sus relaciones y su vida social se vean perjudicados por la privación crónica de sueño.

Si no duerme bien, puede resultarle útil acudir a un profesional sanitario que diagnostique su trastorno y le recomiende opciones de tratamiento. Su médico de atención primaria puede remitirle a un especialista del sueño, si lo necesita.

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