En un caluroso día de verano, muchas personas pueden sentir la tentación de chupar o masticar hielo. Del mismo modo, a otros les puede gustar llevarse a la boca uno o dos cubitos de hielo de vez en cuando después de disfrutar de una bebida refrescante.

Sin embargo, cuando el deseo de comer hielo se vuelve más fuerte que estos caprichos más típicos, puede convertirse en un hábito diario obsesivo que puede llegar a interferir en la vida cotidiana.

Si tienes antojo de hielo, puede que te preguntes qué significa este antojo y si es sano o no chupar o masticar hielo. La respuesta es que todo depende de las circunstancias, la frecuencia y la intensidad del antojo.

En muchos casos, puede ser perfectamente saludable. Sin embargo, en otros, puede ser un signo de un problema de salud mental, que también puede indicar una afección subyacente más grave. Obtenga más información sobre lo que significa tener antojos de hielo, cómo saber cuándo es un problema y cómo dejar de tenerlos.

Por qué tienes antojo de hielo

Tener ganas de comer hielo de vez en cuando, sobre todo cuando hace calor o se tiene sed, no es nada preocupante. Es cuando el deseo se vuelve obsesivo, tanto en términos de la cantidad de tiempo y energía dedicados a pensar en comer hielo como en hacerlo realmente, cuando se convierte en un motivo de preocupación.

Cuando el consumo persistente de hielo dura más de un mes y tiene un impacto clínico en la vida, puede diagnosticarse como una forma de pica, un tipo de trastorno mental en el que las personas ansían y comen objetos no nutritivos, como suciedad, pelo, papel, hielo o arena.

Esta afección se denomina pica del hielo o pagofagia, sobre todo cuando se mastica hielo. El deseo de comer hielo y/o bebidas heladas suele asociarse a una carencia de hierro, con o sin anemia. La razón de esta asociación no está del todo clara.

Sin embargo, dado que la deficiencia de hierro puede causar fatiga, algunos investigadores especulan que el impulso de comer hielo o tomar bebidas frías puede comenzar como una forma subconsciente de mantenerse alerta, ya que la baja temperatura del hielo puede proporcionar un impulso de energía.

Signos de pica del hielo

La pica del hielo se caracteriza por una compulsión similar a la adicción a chupar, comer o masticar hielo y/o beber bebidas heladas. La diferencia entre el simple gusto por consumir hielo y la pagofagia es que esta última se convierte en un anhelo prolongado e implacable en lugar de una simple preferencia.

Además, el deseo de hielo es obsesivo y consumista y no está motivado por el propósito de hidratarse. Además, un verdadero antojo de hielo implica una gran cantidad de tiempo pensando en el hielo, así como el acto de masticarlo o chuparlo.

Algunas personas con antojos de hielo pueden querer tipos específicos de hielo o desear consumirlo de formas específicas. Por ejemplo, algunas personas tienden a beber compulsivamente bebidas heladas, mientras que otras se obsesionan con masticar hielo. A veces, la gente come hielo recubierto de siropes azucarados. Otros se centran en chupar o morder el hielo como si fuera un caramelo duro hasta que se disuelve. Lo común es el consumo constante (o casi constante) y el deseo de hielo.

Un componente preocupante de esta adicción es que se puede estar consumiendo hielo en lugar de alimentos nutritivos, por lo que es importante tener en cuenta cómo puede afectar la pica de hielo al resto de la dieta y los hábitos alimentarios. Algunas investigaciones también han descubierto una relación entre la patofagia y los trastornos alimentarios.

Otro factor agravante de la picazón por el hielo es que masticarlo puede ser perjudicial para los dientes. Muchas personas que padecen esta afección acaban astillándose o dañándose los dientes, lo que puede tener graves consecuencias para la salud dental, elevadas facturas y una sonrisa estropeada.

Causas

Como se ha indicado anteriormente, se desconocen las causas exactas de la ansiedad por el hielo y cómo se desarrolla esta afección, pero se asocia a otros trastornos médicos, como:

  • Trastorno del espectro autista.
  • Demencia.
  • Trastornos de la alimentación.
  • Discapacidad intelectual.
  • Deficiencia de hierro.
  • Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC).
  • Ezquizofrenia.

Los estudios demuestran que las personas con anemia ferropénica son más propensas a padecer también pagofagia. De hecho, un estudio reveló que el 16% de las personas con falta de hierro también deseaban comer hielo. Además de ayudar a sobrellevar la fatiga que puede causar la falta de hierro, los investigadores especulan que comer hielo también puede ayudar a calmar la lengua hinchada que suele acompañar a la anemia.

En otro estudio sobre donantes de sangre se descubrió que el 11% de las personas con falta de hierro también tenían picazón por el hielo, en comparación con el 4% de las que tenían niveles suficientes de hierro.

Las investigaciones indican que las mujeres jóvenes, las embarazadas y los donantes de sangre corren especial riesgo de desarrollar esta afección.

Factores de riesgo

El principal factor de riesgo de la pagofagia es una carencia de nutrientes, como la insuficiencia de hierro o calcio. Otros factores de riesgo pueden ser:

  • Insatisfacción corporal.
  • Trastornos de ansiedad.
  • Depresión.
  • Sufrir acoso escolar o traumas.
  • Antecedentes familiares de trastornos alimentarios, en particular pica.
  • Baja autoestima.
  • Embarazo.
  • Antecedentes de dietas, especialmente dietas extremas o de moda.

Posibles complicaciones

El principal riesgo de la pagofagia es que provoque o agrave deficiencias nutricionales. El hielo es una fuente pobre de nutrición y no debe sustituir a otros alimentos. Por este motivo, la pagofagia puede ser especialmente perjudicial en los casos más graves, en los que se comen grandes cantidades de hielo y poco más.

Sin tratamiento, las carencias de nutrientes pueden provocar una serie de trastornos médicos graves.

Por ejemplo, la anemia ferropénica puede provocar:

  • Depresión.
  • Problemas cardíacos.
  • Infecciones.
  • Problemas de desarrollo en los niños.
  • Complicaciones en el embarazo, como parto prematuro.

Posibles complicaciones antojo de hielo

Afecciones similares

La pagofagia es una forma de pica, que es un trastorno de la alimentación. Otros trastornos de la alimentación son:

  • Anorexia nerviosa.
  • Bulimia nerviosa.
  • Trastornos por atracón.
  • Trastornos por evitación o restricción de la ingesta de alimentos.
  • Trastornos de rumiación.

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¿Debería consultar a un médico por sus antojos de hielo?

Pasricha recomienda acudir al médico si el deseo de comer o masticar hielo sigue aumentando durante al menos un mes. Es probable que su médico le realice pruebas de laboratorio básicas para detectar la anemia ferropénica, que debe ser evaluada y tratada.

También es una buena idea que te evalúen los dientes. Masticar hielo con el tiempo puede estropear el esmalte. Pida a su médico que le examine los dientes. Él podrá decirte si es necesaria una visita al dentista.

Diagnóstico

La ansiedad por el hielo se considera un trastorno de salud mental; sin embargo, es posible que existan enfermedades subyacentes o comórbidas (y/o de salud mental) que contribuyan a este trastorno, lo que hace que el diagnóstico correcto sea más complejo.

Su médico de cabecera y/o su profesional de la salud mental son un buen punto de partida y pueden remitirle a los especialistas que necesite. Es importante que seas sincero sobre la frecuencia y la intensidad de tus antojos de hielo y tus comportamientos, así como sobre cualquier problema relacionado que puedas tener.

Tenga en cuenta que la pica de hielo a menudo no se diagnostica, principalmente porque las personas que tienen antojos de hielo pueden no compartir su compulsión con sus proveedores de atención médica, y/o su médico puede no preguntar al respecto. Además, los estudios demuestran que muchos médicos ni siquiera conocen este trastorno.

Además, el acto de masticar hielo puede no parecer un gran problema si no se tiene en cuenta el riesgo de que no se detecte cualquier enfermedad subyacente (por ejemplo, una deficiencia de hierro no tratada), las posibles complicaciones médicas del comportamiento, así como el impacto en la vida diaria y el coste para la salud mental de hacer frente a un deseo constante de comer hielo.

Tratamiento de la pica del hielo

La pica del hielo puede tratarse de varias maneras, dependiendo de qué otras afecciones subyacentes existan (si las hay). Para que el tratamiento tenga éxito, deben tratarse todos los problemas médicos comórbidos o que contribuyan a la picofagia.

Por ejemplo, si tiene anemia, la deficiencia de hierro se tratará con suplementos de hierro junto con la pica del hielo. Sin embargo, tenga en cuenta que, aunque puede ayudar, el simple tratamiento de los problemas relacionados puede no resolver los antojos de hielo.

Una vez que la compulsión a masticar hielo se ha convertido en habitual, puede ser difícil de romper. Por este motivo, también es importante tratar específicamente la picazón por el hielo, lo que suele incluir asesoramiento como la terapia cognitivo-conductual (TCC).

La TCC puede ayudarle a controlar los antojos y a encontrar otras formas de hacer frente a estos impulsos de comer hielo. A veces, las ansias de hielo se utilizan para aliviar el estrés, por lo que la TCC puede enseñar métodos más sanos de reducción del estrés, como el ejercicio o la atención plena, que también pueden ayudar a aumentar los niveles de energía.

Si la salud dental se ha visto afectada, las personas con pagofagia también pueden necesitar el tratamiento de un dentista que pueda reparar sus dientes y proporcionar orientación sobre las formas de prevenir daños mayores.

Cómo sobrellevarlo

Si te encuentras a menudo con ganas de comer hielo, el primer paso es recibir tratamiento de un profesional cualificado. En general, ser más consciente de tu estado, reconocer que tu compulsión por el hielo se ha convertido en un problema y tomar medidas para desconectar de tus hábitos relacionados con el hielo puede ayudarte a liberarte de esta adicción.

A menudo, puede ser útil sustituir el antojo de hielo por otra cosa (idealmente algo menos perjudicial), como comer una manzana o mascar chicle, o incluso una bebida fría sin hielo.

Ser consciente de tu deseo de comer hielo puede ayudarte a controlarlo y a analizar qué problemas subyacentes (en tu salud física y mental) pueden estar estimulando tu deseo de consumir hielo o bebidas frías.

También puede reforzar tu determinación de superar esta compulsión el hecho de compartir tu condición con seres queridos que puedan apoyar tus esfuerzos y proporcionarte ánimos y un lugar seguro para hablar de cómo te está afectando la ansiedad por el hielo. Encontrar medidas seguras y eficaces para aliviar el estrés también ayuda.

Para la mayoría de las personas, el hielo no es más que una forma de enfriar la bebida, pero puede convertirse en una obsesión para quienes padecen pica de hielo. Si sospechas que tus ansias de comer hielo pasan de ser un placer ocasional a una compulsión preocupante que te roba demasiado tiempo y atención -y que puede llegar a astillarte los dientes-, pide ayuda a tu médico o terapeuta.

No se avergüence de admitir que se enfrenta a este problema: no es tan inusual como podría pensar, y existe ayuda.

¿Cómo puedes dejar de comer hielo?

Una vez que visites a tu médico, el siguiente paso es elaborar un plan para detener, o al menos disminuir, tus ansias de comer hielo.

Si la anemia es la causa de sus antojos, su médico puede comenzar con suplementos de hierro y terapia de reemplazo. Cuando se reponen las reservas de hierro, la ansiedad por el hielo suele desaparecer.

Si la anemia no es la causa subyacente, el médico puede analizar las razones psicológicas del antojo. “Algunas personas pueden tener antojos de hielo debido a factores de estrés psicológico, en cuyo caso, la terapia cognitivo-conductual ha demostrado ser útil”, dice Pasricha.

Conclusión

Masticar hielo de forma compulsiva durante más de un mes es señal de un problema médico o psicológico más importante que debe ser examinado.

La pagofagia puede aparecer junto con deficiencias nutricionales, como la anemia ferropénica, aunque aún no está claro qué la causa exactamente. La carencia de nutrientes es una explicación, pero puede implicar otros factores, como la genética, una infección o problemas de salud mental.

El tipo de tratamiento de la pagofagia dependerá de la causa subyacente, pero puede incluir cambios en la dieta o terapia conductual.

Tratar la pagofagia es importante para evitar que derive en complicaciones más graves que pueden incluir problemas cardíacos, entre otros.

Si tienes antojos de hielo y lo masticas por motivos distintos a la sed, pide cita con tu médico.

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