El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es un trastorno común del neurodesarrollo caracterizado por patrones de hiperactividad, falta de atención, impulsividad, inquietud o una combinación de todos ellos.

Ahora bien, aunque entablar y mantener relaciones puede ser difícil para todo el mundo, las personas con TDAH pueden encontrarse con algunos retos únicos. Por ejemplo, pueden ser vistos como malos oyentes debido a que son olvidadizos y distraídos. Además, las personas con TDA/H pueden mostrar una alta tendencia a la búsqueda de novedades, lo que a veces puede llevarlas a relaciones tóxicas en comparación con el resto de la población.

Como resultado, este artículo explorará las formas en que las relaciones se ven afectadas por el TDA/H, el vínculo entre el TDA/H y las relaciones tóxicas, así como las señales a las que hay que prestar atención y algunos consejos para romper el ciclo.

¿Qué es una relación tóxica?

Una relación tóxica puede entenderse como cualquier relación que hace que una persona sienta que su bienestar está siendo amenazado psicológica, emocional e incluso físicamente.

Aunque ninguna relación es perfecta, las relaciones tóxicas suelen hacer que las personas se sientan sin apoyo, controladas, irrespetadas y constantemente incomprendidas. Como resultado, todo el tiempo que se pasa con una pareja o pareja puede hacer que la persona se sienta perpetuamente agotada e infeliz.

La relación entre el TDAH y las relaciones tóxicas

Si bien existe una variedad de síntomas del TDA/H, los que comúnmente afectan las relaciones son la desregulación emocional, la falta de atención, la impulsividad, la falta de memoria y la desorganización.

Esto no quiere decir que todas las personas con TDA/H se enfrentarán a estos desafíos; sin embargo, para aquellos con síntomas más graves, éstos son los que pueden afectar la capacidad de una persona para comunicarse de manera efectiva, regular las emociones y parecer presente en la relación. Y como resultado, en algunos casos, la combinación de estos síntomas puede hacer que la pareja asuma involuntariamente un papel parental.

Además, estos problemas también pueden exacerbarse en las relaciones en las que el TDA/H de un individuo no está diagnosticado; por lo tanto, la falta percibida de compromiso y atención se ve como una falla personal en lugar de un comportamiento exacerbado debido a la falta de manejo de los síntomas.4 Como resultado, estas relaciones pueden comenzar a fomentar síntomas de toxicidad y mostrar patrones poco saludables.

En un estudio del 2020 sobre el efecto del estilo de apego de la pareja en las relaciones románticas, los investigadores intentaron descubrir cómo las características de una pareja sin TDAH influían en la calidad de la relación.

Para el estudio, analizaron 159 parejas en las que uno de los miembros tenía TDAH y el otro no; y descubrieron que los miembros de la pareja con un estilo de apego ansioso presentaban niveles más bajos de calidad de la relación romántica en comparación con los que tenían un apego evitativo.

Por lo tanto, estos resultados indican que los efectos negativos que los síntomas del TDAH tienen en las relaciones pueden verse exacerbados por el alto nivel de apego inseguro de la pareja.

Además, aunque en general se cree que el apego inseguro afecta negativamente a las relaciones, este estudio sugiere que, en el caso de las personas con TDAH, las relaciones con parejas evitativas pueden ofrecer resultados más positivos. No obstante, es necesario seguir investigando en este ámbito antes de poder realizar confirmaciones.

¿Por qué las personas con TDAH son más susceptibles al maltrato?

Las personas con TDA/H pueden ser muy susceptibles a las relaciones tóxicas por varias razones. Por ejemplo, pueden sentirse atraídas por personas que parecen ser dominantes y bien compenetradas y pasar por alto las señales de que la otra persona es controladora.

Además, las relaciones en las que una persona tiene TDA/H tienden a ser intensas debido a que las personas con TDA/H tienen afinidad por quienes son expresivos, emocionalmente intensos y espontáneos.

Aunque las relaciones “aburridas” pueden ser difíciles para cualquiera, el cerebro del TDAH anhela constantemente la estimulación y la dopamina. Las personas con TDAH pueden sentirse atraídas de forma innata por las relaciones con comienzos rápidos e intensos.

Aunque la intensidad inicial en las citas no es necesariamente algo malo, las relaciones abusivas -en las que tienen lugar el gaslighting y el bombardeo amoroso- también suelen comenzar de la misma manera. Por eso, buscar relaciones que provocan hiperfijaciones y sentimientos profundos de enamoramiento puede acarrear problemas más adelante.

Otro factor de riesgo son los traumas infantiles. Por ejemplo, investigaciones anteriores han estimado que los individuos con TDAH tenían más de seis veces más probabilidades de declarar haber sufrido abusos físicos en la infancia que aquellos que no lo padecían. Además, un metaanálisis del 2018 también encontró una asociación significativa entre los síntomas del TDAH y las experiencias de maltrato infantil.

En cuanto al efecto a largo plazo del abuso, un estudio alternativo del 2018 sobre gemelos también encontró fuertes asociaciones entre el abuso, la negligencia y el TDAH en la infancia. Sin embargo, también encontraron que esto a menudo conducía a un mayor riesgo de que estos individuos experimentaran abuso más adelante en la vida.

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El TDAH y la violencia de pareja

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) definen la violencia en la pareja íntima (IPV, por sus siglas en inglés) como “Abuso o agresión que ocurre en una relación romántica”. Este tipo de abuso puede ser físico, sexual, psicológico/emocional o implicar acoso, y varía en gravedad y ocurrencia. Además, las experiencias previas de violencia y maltrato son factores de riesgo documentados para la posterior IPV.

Teniendo esto en cuenta, está claro que las personas con TDAH corren un mayor riesgo de sufrir VPI debido a la alta probabilidad de sufrir abusos y abandono en la infancia.

Por ejemplo, un estudio sobre la asociación entre los diagnósticos de TDAH en la infancia y la victimización por parte de la pareja íntima en mujeres jóvenes halló que las participantes con un diagnóstico persistente de TDAH -es decir, que seguían diagnosticadas de TDAH cuando entraron en la edad adulta- tenían el riesgo más alto de sufrir victimización por parte de una pareja íntima, con una tasa del 37,3%. En comparación, las diagnosticadas sólo en la infancia tenían un riesgo del 19%, y las que no tenían TDAH tenían la tasa de riesgo más baja, del 5,9%.

Además, estos investigadores descubrieron que, en general, las participantes con TDAH también tenían más probabilidades de sufrir abusos físicos a manos de su pareja que los grupos de comparación (30,7% frente a 6,3%). Así pues, su trabajo puso de relieve que las mujeres jóvenes con TDAH son un grupo vulnerable que necesita prevención e intervención contra la violencia de pareja.

Señales de una relación tóxica

A modo de recordatorio, incluso las relaciones sanas pueden tener periodos de toxicidad o mostrar patrones poco saludables, especialmente en momentos de mayor estrés o conflicto. Sin embargo, lo que distingue a una relación tóxica es que estos problemas son persistentes y se producen a largo plazo.

Por esa razón, es crucial ser consciente de qué comportamientos muestra la relación y la frecuencia con la que se producen.

Estos son algunos comportamientos y rasgos tóxicos que hay que tener en cuenta:

  • Celos.
  • Negatividad.
  • Inseguridad.
  • Egoísmo.
  • Deshonestidad.
  • Hostilidad.
  • Falta de apoyo.
  • Falta de coherencia.
  • Comunicación tóxica – como el desprecio, la crítica y el sarcasmo.
  • Comportamiento controlador y desconfianza.
  • Abusivo – esto también incluye comportamientos emocionalmente abusivos, tales como gaslighting, love bombing, breadcrumbing, etc.
  • Falta de respeto.
  • Abuso financiero o deshonestidad.

Señales de una relacion toxica tdah y relaciones toxicas

Cómo afrontar una relación tóxica

Cuando se trata de hacer frente a una relación tóxica, no existe un enfoque único que funcione universalmente. Esto se debe a que las relaciones son dinámicas y únicas para los miembros de la pareja. Dicho esto, hay varias formas generales de protegerse y afrontar una relación tóxica.

Pregúntese si la relación se puede arreglar y recuerde que no pasa nada por abandonarla.

En algunos casos, las relaciones tóxicas pueden repararse, pero también es esencial saber cuándo una relación ha llegado a su fin. Una forma de averiguarlo es comprobar si todos los miembros de la relación se comprometen a hacer que las cosas funcionen. Esto implica cambiar comportamientos poco saludables, respetar los límites del otro e incluso buscar ayuda de un terapeuta.

Sin embargo, en los casos en los que se rompe continuamente el compromiso de cambiar, es muy probable que la relación haya llegado a su fin. En este caso, romper el ciclo significaría finalmente dejar ir.

Es importante señalar que este paso no se aplica al abuso en las relaciones. El maltrato nunca está bien y, en estos casos, lo más importante es protegerse.

Sé firme con tus límites y necesidades

Aunque la comunicación abierta y honesta parece fácil en teoría, a veces puede resultar difícil, sobre todo para aquellos a los que no se les permitió imponerse cuando eran pequeños. Sin embargo, para que una relación funcione, ambas partes necesitan sentirse escuchadas, seguras y protegidas.

Por lo tanto, es vital que los límites se establezcan continuamente y que cualquier problema que surja se comunique sanamente.

Cambie de perspectiva

Cuando se trata de discusiones, es importante no comunicarse de forma que se culpe a la otra persona. En su lugar, una forma más sana de comunicarse haría hincapié en la comprensión y el aprendizaje mutuos.

Dicho esto, reconocer comportamientos pasados también es vital. Por lo tanto, también tiene que haber una aceptación mutua de la responsabilidad. Estos dos cambios no sólo ayudarán a crear hábitos de comunicación más saludables, sino que también indicarán y reflejarán autoconciencia y autorresponsabilidad.

Busque apoyo externo

Aunque la gente suele recurrir a la terapia de pareja para arreglar una relación, la terapia individual (conjunta o previa) también puede ser muy beneficiosa para la relación y el bienestar personal general de los implicados.

Ahora bien, no hay nada malo en querer arreglar la relación; sin embargo, la terapia individual tiene la ventaja añadida de permitir a los individuos trabajar sobre sí mismos y sobre cualquier problema de apego relacionado con la infancia. Sanar individualmente también puede ayudar a las personas a recontextualizar sus hábitos de citas, patrones, deseos y también a abrirse a relaciones más sanas en general.

Dicho esto, también hay otras formas de apoyo a tener en cuenta, como los grupos de apoyo, las comunidades locales y en línea, las clases y el trabajo creado por otras personas que han pasado por una situación similar.

Cómo romper patrones tóxicos

El primer paso para romper cualquier patrón es darse cuenta de que se está en uno, y es mucho más fácil hacerlo cuando se es capaz de aceptar la situación sin vergüenza ni culpa.

Además, también puede ser útil hacer un catálogo interno de relaciones anteriores para averiguar si aparecieron dinámicas de relación similares con anterioridad. Esta toma de conciencia de hábitos anteriores también puede ofrecer una posible vía de trabajo interior que es necesario llevar a cabo.

Es importante tener en cuenta que muchas personas con TDA/H experimentan altos niveles de sensibilidad al rechazo, y esto puede llevar a instancias en las que reaccionan de manera exagerada, malinterpretan o distorsionan lo que otras personas dicen y hacen. La sensibilidad al rechazo también puede resultar en sentimientos intensos de rechazo y pena por el fin de una relación, y a veces hace que los individuos se resistan a terminar una relación por este temor.

Para estas personas, puede ser beneficioso trabajar con un profesional de la salud mental. Pueden recomendar una terapia cognitivo-conductual u ofrecer herramientas para trabajar los desencadenantes.

Es importante tener en cuenta que, en algunos casos, las relaciones tóxicas pueden no ser fáciles de detectar y puede llevar algún tiempo darse cuenta de las señales.

Además, este tipo de relaciones no sólo se dan en parejas románticas, sino también en grupos de amigos, lugares de trabajo e incluso instituciones educativas. Por lo tanto, es importante estar atento a las señales y plantearse poner fin a la relación o crear más distancia limitando el contacto.

Dicho esto, si estás sufriendo malos tratos, es vital que busques ayuda de inmediato. Recuerda que algunas relaciones sólo duran una temporada y que dejarlo no significa que hayas perdido el tiempo. Dejarlo siempre es una opción.

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