Mientras lees esto, es posible que oigas las palabras “hablar” en tu cabeza. Esa vocecita es tu “monólogo interior”, también conocido como “voz interior”, “discurso interior” o “autoconversación”, pero resulta que no todo el mundo tiene un monólogo interior. Es más, las investigaciones han demostrado que existe una gran variación en la frecuencia con la que las personas que tienen un monólogo interior realmente lo experimentan.
Este artículo comienza definiendo el concepto de monólogo interior y esbozando sus tres dimensiones. A continuación, se analizará la prevalencia de los monólogos interiores y por qué los investigadores no se ponen de acuerdo al respecto.
A continuación, exploraremos la forma de pensar de las personas que no tienen un monólogo interior y examinaremos por qué algunas personas pueden carecer de monólogo interior. Por último, analizaremos los aspectos positivos y negativos de tener un monólogo interior.
¿Qué es un monólogo interior?
La experiencia interna de muchas personas incluye una cualidad verbal que se manifiesta como un monólogo. Este monólogo interior utiliza el lenguaje, pero el individuo no necesita mover la boca ni ser escuchado para formar las palabras que lo componen. Este discurso privado se dirige sólo a nosotros mismos y es algo que el individuo siente que puede “oír”, con su tono e inflexión, aunque no sea audible.
Los niños suelen desarrollar un monólogo interior en torno a los 2 ó 3 años, junto con el desarrollo del lenguaje expresivo, que es la capacidad de comunicar pensamientos y deseos por medios verbales y no verbales.
La investigación ha indicado que existen tres dimensiones en el habla interior:
Condensación, o grado de concisión o verborrea del monólogo interior
En algunos casos, la voz interior puede ser descriptiva y locuaz, con frases y párrafos enteros, mientras que en otros puede utilizar sólo una palabra o fragmentos de una frase.
Dialogalidad, o si se piensa con una o varias voces
A veces sólo oímos una voz en nuestra cabeza, como cuando nos decimos a nosotros mismos cosas que tenemos que recordar o nos animamos antes de abordar una tarea difícil. Pero otras veces, podemos pensar con varias voces, como cuando anticipamos conversaciones futuras imaginando lo que diremos nosotros y la otra persona o cuando tenemos un debate interno en el que pensamos en varias perspectivas diferentes a la vez.
Intencionalidad, o si utilizas o no deliberadamente tu monólogo interior
En algunos casos, como cuando queremos practicar una próxima presentación, podemos emplear intencionadamente nuestro monólogo interior. Sin embargo, en otros casos, como cuando nuestra mente se pregunta cosas, nuestro monólogo interior puede estar activo, aunque no hayamos tomado la decisión consciente de utilizarlo.
¿Hasta qué punto son frecuentes los monólogos interiores?
Los monólogos interiores son muy difíciles de estudiar. Al fin y al cabo, nadie puede asomarse a la mente de otra persona y ver exactamente qué piensa y cómo piensa. Por ello, los investigadores han ideado diferentes formas de estudiar los monólogos interiores.
Algunas de ellas son las encuestas de autoinforme y el muestreo de experiencias, en el que se pide a los participantes en la investigación que lleven un diario o participen en entrevistas para proporcionar datos abiertos sobre sus experiencias internas.
En los estudios sobre el habla interior se utiliza a menudo un método de muestreo de experiencias denominado muestreo descriptivo de experiencias. Fue desarrollado por el profesor de psicología Russell Hurlburt y requiere que los participantes en la investigación informen sobre su experiencia interior en momentos aleatorios a lo largo del día.
Debido a que estas diferentes formas de investigar los monólogos interiores han dado lugar a resultados inconsistentes, los investigadores han llegado a diferentes respuestas a la pregunta de hasta qué punto son realmente frecuentes los monólogos interiores. Algunos estudiosos han sugerido que todo el mundo tiene un monólogo interior y que nunca se detiene durante las horas de vigilia.
Sin embargo, otros afirman que algunas personas carecen de monólogo interior y sugieren que incluso las personas que lo tienen varían mucho en cuanto a la frecuencia con la que lo experimentan a lo largo del día.
Por ejemplo, Hurlburt calcula que entre el 30% y el 50% de las personas experimentan con frecuencia un monólogo interior. Sus investigaciones con el método de muestreo descriptivo de experiencias indican que la mayoría de las personas no experimentan su monólogo interior todo el tiempo y que muchas pueden pasar gran parte del día sin experimentarlo en absoluto.
Por otra parte, investigadores que han utilizado métodos de investigación diferentes han llegado a la conclusión de que la frecuencia del monólogo interior es mucho mayor, y un estudio sugiere que las personas lo experimentan el 75% del tiempo.
¿Por qué las personas tienen un monólogo interior?
El monólogo interior se produce debido a una señal cerebral llamada descarga corolaria, un hecho común entre todos los seres humanos. Todo el mundo lo experimenta, pero no todo el mundo tiene monólogo interior. Esta señal cerebral permite distinguir entre estímulos internos y externos.
Aún queda mucho por descubrir sobre el monólogo interior. La descarga corolaria te ayuda a diferenciar entre varias experiencias sensoriales, incluidas las creadas interna o externamente. También ayuda al sistema auditivo a procesar el habla.
La descarga corolaria explica por qué tu voz suena distinta en una grabación que cuando hablas en voz alta a otras personas. El monólogo interno te ayuda a anular otros estímulos externos y a centrarte en tu propia voz.
También te permite organizar tus pensamientos sin hablar en voz alta. Puedes hacerte preguntas y pensar en las respuestas.
¿El monólogo interior es común?
El monólogo interior es algo habitual, pero algunas personas nunca lo han experimentado. Para quienes están familiarizados con la experiencia, hay una gran variación en la frecuencia con la que se produce. El profesor de psicología Russell Hurlburt afirma que entre el 30 y el 50% de las personas tienen una voz interior.
La mayoría cree que la voz interior no se produce de forma pasiva. Es algo que se hace conscientemente. Un estudio realizado con diez pitidos al día durante tres días muestra que algunos participantes no tienen monólogo interior.
Otros informaron de monólogos interiores en el 75% de los pitidos. En el estudio participaron 30 personas, y la media de monólogos interiores fue del 23%. Sin embargo, esto no significa que las personas hablen consigo mismas el 23% del tiempo.
El monólogo interior es habitual, pero no forma parte del ser humano. Algunas personas no procesan la vida en palabras y frases.
Los estudios demuestran que los niños de entre 18 y 21 meses pueden utilizar alguna forma de fonética interior. También niños de entre 5 y 7 años pueden utilizar una voz interior.
Muchas veces sufrimos por tener pensamientos perturbadores que no podemos controlar debido a que son parte de nuestra forma de pensar o de creer. Pensamientos como “no puedo soportar esto”, “Porque siempre las cosas son asi”, “Nunca hago nada bien ”, “Y si tal cosa me aconteciera”, “solo si cambias yo sería feliz”, etc. No hacen más que condicionar nuestra felicidad y hacer depender nuestra paz y gozo en factores externos.
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¿Cómo piensan las personas sin monólogo interior?
Para quienes tienen un monólogo interior, puede resultar difícil entender cómo piensan las personas que no lo tienen. Sin embargo, las investigaciones han demostrado que, por lo general, las personas piensan de cinco formas distintas, de las cuales sólo una implica un monólogo interior.
Estas formas de pensar son:
El discurso interior
Nuestro monólogo interior, en el que pronunciamos palabras en nuestra mente.
Visión interior
Imaginar una imagen en nuestra mente que no coincide con lo que vemos en la realidad. Por ejemplo, puedes evocar la imagen de un lugar al que quieres ir de vacaciones.
Pensamiento no simbolizado
Pensar, pero sin emplear palabras, imágenes u otros métodos simbólicos de comunicación. Por ejemplo, puedes cepillarte los dientes sin imaginar conscientemente ni decirte a ti mismo que tienes que completar cada paso.
Sentir
Tener en cuenta tus emociones de forma consciente. Por ejemplo, reconocer que te sientes exultante tras recibir una buena noticia.
Conciencia sensorial
Pensar ociosamente en un aspecto sensorial del entorno sin pensar en los demás. Por ejemplo, en un día ventoso, puedes sentir el viento y la forma en que hace que tu ropa se mueva a tu alrededor, pero en lugar de pensar en esas cosas puedes centrar tus pensamientos en lo cortante que se siente el viento en tus manos.
Algunas personas pueden pensar de estas cinco maneras, mientras que otras se limitan a una o dos. En consecuencia, es probable que las personas que no tienen un monólogo interior piensen de una o varias de las cuatro formas que no implican el habla interior.
¿Por qué algunas personas carecen de monólogo interior?
La investigación sobre por qué algunas personas carecen de monólogo interior está en sus inicios y, por tanto, no hay respuestas firmes a la pregunta de por qué algunas personas pueden no experimentar este fenómeno. Un estudio descubrió que las personas con afantasía, es decir, con incapacidad para ver imágenes visuales en la mente, también tenían monólogos interiores débiles o completamente ausentes, lo que los investigadores denominaron anauralia.
Lo contrario también es cierto, ya que las personas que pueden evocar imágenes visuales vívidas también tienden a experimentar un monólogo interior vívido. Sin embargo, es necesario seguir investigando para entender por qué la incapacidad de ver imágenes visuales influye en el hecho de tener un monólogo interior y viceversa.
Ventajas e inconvenientes de tener un monólogo interior
El monólogo interior ofrece muchas ventajas, como la mejora de la resolución de problemas, la productividad, la autorreflexión y el pensamiento crítico. Puede aumentar la resistencia ante los contratiempos y reducir los niveles de estrés. Por otro lado, las voces internas críticas pueden afectar negativamente a la confianza y la autoestima.
El monólogo interior puede ayudar a mantener la memoria de trabajo. Te ayuda a prepararte mejor para un discurso o una presentación, ya que puedes “reproducir” lo que quieres decir en tu mente con antelación.
El monólogo interior te permite reproducir las instrucciones en tu mente, lo que significa que siempre te mantendrías en el camino correcto.
Según un estudio del 2018, un monólogo interior puede ayudar con la automotivación, el rendimiento, el comportamiento, el juicio y la crítica. Es una excelente manera de aumentar tu resiliencia contra los contratiempos, lo que significa menores niveles de estrés.
Las personas que experimentan el monólogo interior suelen tener una excelente capacidad de pensamiento crítico.
Sin embargo, el inconveniente de tener una voz interior es que puede afectar negativamente a la autoestima y la confianza. Aunque el diálogo interior crítico puede ayudarte a alcanzar el máximo rendimiento en términos de creatividad e imaginación, también puede provocar neurosis, depresión y ansiedad.
Tu voz interior te permite conectar todo lo que piensas (tus experiencias vitales) desde tu pasado hasta tu presente y el futuro. Puede producir todas tus opiniones y autocomparaciones, que pueden afectarte positiva o negativamente.
Las investigaciones demuestran que el monólogo interno crítico es el resultado de las primeras experiencias vitales. Por ejemplo, si tienes muchos recuerdos negativos con tus hermanos, padres, compañeros u otras personas, puede influir en cómo te ves y piensas de ti mismo.
Puede tener repercusiones negativas en su rendimiento escolar o laboral. Los recuerdos negativos de la infancia no son buenos para la salud mental. Algunos ejemplos de estos patrones de pensamiento son: “No eres atractivo”, “No eres lo bastante bueno”, etc.
¿Tienes un monólogo interior?
Puedes saber que tienes un monólogo interior cuando experimentas signos como hablar contigo mismo, tener canciones metidas en la cabeza, etc. Si alguna vez has practicado para dar un discurso reproduciendo mentalmente lo que dirías, es que tienes un monólogo interior.
Hay muchas señales que indican que tienes un monólogo interior. Aquí tienes algunas:
Hablas contigo mismo
El más común es mantener una conversación contigo mismo. Por ejemplo, puedes intentar resolver un problema reproduciendo una conversación en tu mente.
La mayoría de las personas experimentan formas verbales de monólogo interno. Muchas personas se encuentran haciendo listas internas de las cosas que quieren lograr o hablando consigo mismas sobre temas que tienen en mente.
Se te quedan canciones en la cabeza
A veces surgen canciones involuntariamente y se te quedan grabadas en la cabeza. El 98% de las personas experimentan esto y las melodías que tienden a surgir sin previo aviso son provocadas por asociaciones que hace tu mente o por emociones.
Vuelves a escuchar tu podcast o película favorita
Al igual que con las canciones, esto sucede debido a asociaciones mentales que fluyen por nuestra mente. Puede ser una escena que te impresionó o incluso la película o el podcast entero.
Ensayas delante de un público imaginario
Si hablas contigo mismo cuando preparas una presentación o un discurso y “reproduces” lo que quieres decir en tu mente con antelación, sin duda tienes monólogo interior.
Te lees a ti mismo
Las personas con monólogo interior oyen su propia voz repitiendo las palabras cuando leen un libro.
